Ciudad de México.— La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) anunció este 16 de diciembre tres partidos amistosos internacionales para la Selección Nacional, que servirán como preparación rumbo a la Copa del Mundo 2026 que México coorganiza junto a Estados Unidos y Canadá.
La gira iniciará el 22 de enero ante Panamá en el Estadio Rommel Fernández, en Ciudad de Panamá. El segundo encuentro se jugará el 25 de enero frente a Bolivia en el Estadio Ramón Tahuichi Aguilera, en Santa Cruz. Finalmente, el 25 de febrero, México recibirá a Islandia en el Estadio Corregidora, en Querétaro.
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Ivar Sisniega, presidente ejecutivo de la FMF, señaló que los encuentros están pensados para someter al equipo a condiciones exigentes, como la humedad tropical y la altitud boliviana, mientras que Duilio Davino, director deportivo, explicó que estos partidos permitirán observar a jugadores de la Liga MX, al no coincidir con fechas FIFA.
Históricamente, México ha mantenido dominio sobre sus tres rivales:
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Ante Panamá: 27 partidos jugados, 19 ganados, seis empates y dos derrotas.
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Contra Bolivia: 13 enfrentamientos, 10 triunfos mexicanos, dos empates y una derrota.
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Frente a Islandia: cuatro amistosos, todos ganados por México.
Debut confirmado en el Estadio Ciudad de México
El Mundial se celebrará del 11 de junio al 19 de julio de 2026, con 48 selecciones participantes. México integra el Grupo A y debutará en el partido inaugural contra Sudáfrica el 11 de junio en el Estadio Ciudad de México (comercialmente Estadio Banorte). Luego enfrentará a Corea del Sur el 18 de junio en Guadalajara, y cerrará la fase de grupos el 24 de junio contra el ganador del repechaje UEFA D (entre Dinamarca, Macedonia del Norte, República Checa o Irlanda).
El equipo dirigido por Javier Aguirre contempla disputar ocho partidos de preparación: tres en enero-febrero, dos más en marzo ante Portugal y Bélgica, y tres en la concentración final previa al torneo, la cual iniciará el 4 de mayo de 2026 y durará cinco semanas y media.
Además, la FMF confirmó que Rafael Márquez asumirá la dirección técnica del Tricolor tras la justa mundialista, como parte de un plan de transición previamente definido.
Con la ventaja de ser anfitrión, una preparación más extensa y la mira puesta en romper la barrera histórica de los octavos de final —fase que no supera desde 1986—, el conjunto mexicano aspira a una actuación histórica en la Copa del Mundo de 2026.
