Argentina.-La misteriosa desaparición de Adolfo Enrique Sandoval Farías en 1993, cuando salió a comprar cigarrillos y nunca regresó a casa en Comodoro Rivadavia, Chubut, ha llegado a su sorprendente resolución después de tres décadas.
Adolfo Enrique, originario de Chile, dejó a su pareja con la promesa de volver pronto, pero nunca cumplió esa promesa, desencadenando una búsqueda que no arrojó pistas durante años. En ese momento, tenía 32 años y trabajaba como técnico electrónico.
La clave para resolver el caso llegó a través de la oficial principal Daniela Millatruz, quien lidera la División de Búsqueda de Personas. Luego de investigar y utilizar nuevos sistemas de búsqueda, llegaron a General Conesa, Río Negro, donde encontraron a una persona con el mismo nombre que estaban buscando, informa Excelsior.
Sorprendentemente, Adolfo Enrique Sandoval Farías les abrió la puerta y admitió que era la persona desaparecida, a pesar de que habían pasado 30 años y ahora tenía 60 años.
Explicó que se alejó de su familia debido a diferencias con su esposa y que simplemente «estaba cansado». Desde entonces, no tuvo contacto con ningún miembro de su familia y no sabía que lo estaban buscando.
Adolfo Enrique se sometió voluntariamente a un proceso de toma de huellas dactilares para confirmar su identidad, lo que resultó positivo. Sin embargo, sus motivos para mantenerse en el anonimato durante tanto tiempo siguen siendo un misterio.
La oficial Millatruz compartió detalles sobre el caso y señaló que la esposa que hizo la denuncia en ese momento falleció hace años. Las autoridades ahora están trabajando para localizar a los hijos de la mujer y poner fin a esta intrigante historia que ha mantenido en vilo a la familia durante tres décadas.
Con Información de Comunicado
Discussion about this post