Redes.-El amor de un perro es algo maravilloso y sorprendente, capaz de cruzar fronteras entre especies de manera inesperada. No se limitan a mostrar afecto hacia los humanos y otros perros, sino que también pueden llegar a formar vínculos especiales con animales muy distintos. Esta capacidad habla de la profunda empatía y el amplio corazón de nuestros amigos caninos.
Un gran ejemplo de este fenómeno es un vídeo de apenas 21 segundos que ha conquistado el corazón de millones de espectadores desde su publicación en 2012. La escena, extraída de un documental sobre delfines, muestra un momento tan inesperado como adorable: un delfín salvaje que sale del agua para dar un beso a un perro.
La escena es parte de la película IMAX Delfines, una obra maestra producida por MacGillivray Freeman Films, los mismos genios detrás de la campaña One World One Ocean. Esta iniciativa busca usar el poder del cine y los medios digitales para concientizar sobre la importancia de cuidar nuestros océanos.
En el fragmento de vídeo aparecen un hombre y una mujer en un bote en alta mar acompañados de dos perros. de repente, un par de delfines curiosos se acercan. Los perros, visiblemente emocionados y moviendo sus colas, no muestran miedo alguno. Al contrario, parecen fascinados por estos nuevos amigos acuáticos. Uno de los perros, incluso, se aventura a extender la pata, como intentando tocar a uno de los delfines.
Pero el contacto entre perros y delfines no acaba ahí. De forma aún más sorprendente, uno de los delfines se acerca lo suficiente como para plantar un beso en el hocico del perro después de que el hombre, utilizando solamente gestos, le indicara al delfín que podía ser cariñoso con su nuevo amigo de cuatro patas.
Para rematar, el delfín besucón celebra el beso saltando fuera del agua como si estuviera profundamente feliz. Y así, en medio del océano, se forma una amistad entre especies muy diferentes, demostrando que la curiosidad y el cariño no conocen de límites naturales.
Con Información de Comunicado