En una de sus apuestas más ambiciosas, Mark Zuckerberg reveló el desarrollo de una superinteligencia personal diseñada para potenciar a cada ser humano en sus decisiones, relaciones y emociones cotidianas.
Este nuevo asistente de IA busca ir más allá de las funciones automatizadas de productividad: será un copiloto que acompañe al usuario en su día a día, entendiendo sus metas, emociones y aspiraciones. Según Zuckerberg, “queremos que esta IA te ayude a alcanzar tus metas, a ser un mejor amigo… y a desarrollarte en la persona que anhelas llegar a ser”.
La superinteligencia se integrará principalmente en gafas inteligentes que verán lo que tú ves, oirán lo que tú oyes, y podrán interactuar contigo de forma continua y natural. Meta plantea desplazar al teléfono móvil como eje principal de la vida digital.

Este anuncio marca un giro frente a otras compañías que han orientado sus IA a la automatización de tareas laborales. Meta, por el contrario, apuesta por el crecimiento humano y emocional, con un fuerte compromiso con la seguridad y la ética.
La compañía ha invertido fuertemente en infraestructura especializada y ha reunido a expertos de OpenAI, DeepMind y Anthropic bajo Meta Superintelligence Labs. El objetivo: liderar la siguiente revolución de la IA, centrada en el ser humano.
Con este paso, Zuckerberg posiciona a Meta como protagonista en la construcción de una inteligencia artificial que no solo piense… sino que también sien



