Ciudad del Vaticano.- Tras su fallecimiento, revelan nuevas imágenes difundidas por el Vaticano que capturan no solo la vida pública del Papa Francisco, sino también su lado más humano y rebelde dentro de la jerarquía eclesiástica.
Desde su juventud en Argentina durante la dictadura militar, hasta su liderazgo en el Vaticano, se refleja su constante lucha por una Iglesia abierta a todos.
Una de las fotografías recuerda un momento decisivo de su juventud: el bautizo del hijo de una madre soltera, gesto revolucionario en los años 70, cuando tales acciones eran mal vistas dentro de la institución religiosa. Esa escena también fue llevada al cine, como parte de una película biográfica que muestra su lucha contra la exclusión.
Durante su papado, Francisco fue claro: no usaría los tradicionales zapatos rojos ni símbolos de opulencia. Eligió mantenerse con sus zapatos sencillos, defendiendo así un mensaje de humildad.
Ayer, durante la misa de Pascua, se le vio visiblemente disminuido físicamente, pero fiel a su estilo, se negó a quedarse al margen. Contra las recomendaciones médicas, se subió al papamóvil para saludar a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, demostrando una vez más que su misión era estar cerca del pueblo.
Ciudad Juárez, parte de su historia
Uno de los momentos más recordados por los juarenses fue su visita el 16 de febrero de 2016. Francisco rompió el protocolo en múltiples ocasiones para acercarse a la gente, especialmente a niños con discapacidad. Su frase “un pastor con olor a oveja” se hizo realidad en las calles de Ciudad Juárez, donde saludó con afecto y cercanía.
Además de los encuentros emotivos, también vino a “poner orden”. Según fuentes eclesiásticas, durante su paso por esta ciudad sostuvo reuniones clave con obispos y cardenales, en las que dejó claro el rumbo que quería para la Iglesia: más transparencia, más cercanía, menos poder y lujo.
Hoy, las imágenes publicadas no solo cuentan su historia, sino que avivan la memoria de un líder que transformó la forma de ejercer el papado. Y para muchos en Ciudad Juárez, haberlo recibido fue un capítulo inolvidable.