– Hace apenas dos años, en 2023, el papa Francisco, el primer pontífice argentino, fiel seguidor del deporte y sobre todo del fútbol, colocó por encima de Leo Messi y Diego Armando Maradona al brasileño Pelé, algo que generó el debate entre muchos de sus compatriotas.
Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, fue siempre un fiel aliado del deporte, aficionado confeso de San Lorenzo. Muchos son los momentos que dejó para el recuerdo durante su pontificado, que inició en 2013, aunque quizá el más recordado sea esta curiosa elección en la que, además de colocar a Pelé como el mejor de todos los tiempos, criticó al «Maradona hombre».
«¿Messi o Maradona? Pelé»
«¿Messi o Maradona?», le preguntó un periodista de la RAI. «Meto un tercero», sorprendió Francisco. «Pelé. Son los tres que más seguí», añadió el pontífice, convencido.
La elección, aunque justificada en lo deportivo, fue más que polémica para los argentinos, que consideran al ‘Diego’ un dios.
«Maradona es un grande, pero como hombre falló», continuó Francisco. «El pobre resbaló con los que lo alababan pero no lo ayudaban. Vino a verme en el primer año de pontificado. Y luego tuvo su final. Es curioso, tantos deportistas terminan mal…», espetó.
Y ensalzó a Leo Messi: «Es correctísimo. Un señor. Pero para mí de estos 3 el gran señor es Pelé. Un hombre de un corazón… Yo hablé con él. Una vez lo encontré en un avión cuando iba a Buenos Aires. Habíamos hablado. Un hombre de una humanidad tan grande… Pero los tres son los grandes».
«Messi no es dios, son frases del pueblo».
Con Leo Messi se reunió en 2013, justo un año antes del Mundial de Brasil 2014 en el que la albiceleste llegó a la final contra Alemania. Un duelo recordado también por ser ‘La final de los 2 papas’, al ser Benedicto XVI, el alemán Joseph Ratiznger, el papa emérito en aquel momento.
Y pese a dejar claro que jugaba muy bien, para Francisco no es comparable con Dios.
«En teoría decir que Messi es Dios es un sacrilegio. Yo no lo creo (que sea Dios). La gente dice Dios así como ‘te adoro’. Son expresiones de la gente, modos populares, del pueblo. Da gusto como juega, pero no es Dios», dijo en una entrevista con Jordi Évole en 2019.