Estados Unidos.-Una pareja de habitantes de ambos lados de la frontera vencieron con amor al frente frío y unieron sus corazones a mitad del puente.
Mientras que él es un ciudadano estadounidense y ella mexicana, inhabilitada para cruzar al otro país, sellaron su amor justo en la línea divisoria de la frontera.
El puente internacional que une las ciudades de Matamoros y Brownsville fue el escenario ideal para la unión de la pareja binacional.
Todo parecía que iba a estar en su contra para sus proyectos amorosos, ya que la conjunción de los frentes fríos nueve y diez se estacionaron en la región fronteriza, provocando temperaturas que llegaron a sensaciones térmicas de cuatro grados centígrados.
Pero las inclemencias del tiempo no fueron impedimento cuando de «amor del bueno» se trata. La pareja acordó la hora y cada quien, desde sus hogares situados en las dos ciudades de ambos países que colindan en la frontera, partieron para iniciar una nueva vida de pareja.
Pero para el casorio necesitaban un cómplice más… el juez de paz que legalizara formalmente su relación.
Y como este día el universo conspiraba a favor de la pareja, el destino quiso que en sus vidas se cruzara un juez muy peculiar por su estilo extravagante. Erasmo Castro se hizo presente luciendo un elegante smoking rematado con un moño rosa mexicano y un par de tenis Converse en el mismo tono.
El juez, popularmente conocido en Brownsville como «Pee-wee Herman», ha realizado varias uniones de ese tipo a mitad del puente y tampoco le dio temor salir a la intemperie para sellar el compromiso.
Debido a eso es uno de los funcionarios más queridos en la frontera.
Después de escuchar las palabras del juez y sin sentir las gotas heladas resbalando por su rostro, la joven pareja venció el amor al frente frío y se dieron un gran beso que ni el ambiente gélido pudo enfriar.
Con Información de Comunicado
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