México.- Con una silla amarrada a su espalda, Roberto Castro sube a la sierra de Hidalgo todos los días en busca de personas enfermas de coronavirus Covid-19 para bajarlos cargando y así salvarlos de la muerte.
Este hombre de 42 años comenzó a hacer esta labor para ayudar a sus vecinos y amigos que viven en zonas rurales apartadas, donde no es posible llegar por vehículos como ambulancias porque no hay ni un solo camino o carretera por el que puedan pasar.
Roberto ofrece esta ayuda las 24 horas, los siete días de la semana de forma gratuita, pues asegura que su única intención es tratar de favorecer a los más pobres de su comunidad San Bartolo Tutotepec.
«Las personas que están enfermas no pueden caminar, hay gente que está muy grave y nosotros vemos la forma de cómo traerlos de su casita, y llevarlos hasta donde llega el vehículo. Es lo que siempre me ha gustado hacer: ayudar a la gente», añade.
Aunque quisiera, este hombre no tiene súper poderes y mucho menos una bata quirúrgica, goggles o careta para prevenir contagiarse de SARS-CoV-2. Como protección, únicamente utiliza un cubrebocas de tela y su capa es la silla en la que carga a su gente.
«No te voy a decir que no, a todas las personas nos gusta el dinero, pero yo a los enfermitos no les cobro, vamos al hospital y ya lo que les recete el médico van y lo compran si es que tienen y si no, también veo cómo le hago y los apoyo», expresa.
Roberto también es músico; junto con su hermano y un amigo tocaban en fiestas y ferias patronales, pero con el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia, se quedaron sin empleo.
Una de las formas en que Roberto obtiene dinero para apoyar a los ciudadanos con traslados y fármacos, es dando servicio como taxista en la comunidad de San Bartolo, pero cómo no tiene una concesión que lo acredite como taxista, hace unos días la policía estatal le quitó uno de dos sus vehículos.
con información de Zócalo
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