En Singapur, un hombre de 38 años ha sido condenado a ocho meses de prisión tras la trágica muerte de su hijo de cuatro años. El incidente ocurrió cuando el padre intentó disciplinar al niño forzándolo a comer un trozo de chile como castigo por mentir sobre defecar mientras le enseñaba a usar del baño.
Según la autopsia, las vías respiratorias del niño quedaron obstruidas por un trozo de chile de 10 mm por 15 mm por 8 mm, lo que provocó su muerte. Tras el incidente, se emitió una orden de silencio para proteger la privacidad de los otros hijos de la familia, informó Channel News Asia (CNA).
El suceso tuvo lugar después de que el padre percibiera olor a heces y descubriera que su hijo había defecado sin avisar. Al interrogar al niño, éste negó haberlo hecho, lo que llevó al padre a intentar disciplinarlo forzándolo a comer chile. El niño, acostado, se negó, pero el padre insistió y le introdujo el chile en la boca. Cuando el niño comenzó a correr y apuntar a su garganta, la madre intentó la maniobra de Heimlich sin éxito.
Finalmente, llevaron al niño a una clínica cercana, donde fue declarado muerto alrededor de las 3:10 pm en el Hospital General de Sengkang. En el tribunal, el abogado defensor, Taufiq Suraidi, solicitó una pena de cárcel de siete meses, argumentando que el padre amaba a sus hijos y no tenía intención de abusar de ellos. Taufiq explicó que el hombre intentó disciplinar al niño sin intención de causarle daño grave.
El juez de distrito, Ong Hian Sun, calificó el caso como «realmente triste» y señaló que el trágico incidente podría haberse evitado. El juez enfatizó que métodos disciplinarios que ponen en riesgo a los niños deben ser desalentados enérgicamente. Tras el incidente, el padre sufrió depresión y pensamientos suicidas, reflejando el profundo impacto emocional de la tragedia.