EE.UU.

Jovencita de 16 años muere desangrada; acusan a su maestro de darle pastillas abortivas

República Dominicana.- El caso de la adolescente de 16 años, Esmeralda Richiez ha conmocionado al municipio de Higüey en la República Dominicana.

De acuerdo a medios locales, la joven falleció desangrada, luego que su maestro le diera cinco pastillas para abortar porque estaba embarazada, supuestamente de él.

El medio Listín Diario mencionó que Esmeralda salió de su casa para divertirse con dos amigas y su profesor, John Kelly Martínez, pero cuando regresó, su madre la notó rara.

“Hija te veo rara”, le dijo Isabel Martínez a la joven de 16 años que regresó a su casa pálida y con sangre, según informó Primer Impacto.

«Cuando ella regresó, la noté muy pálida y con sangre. Le pregunté a su compañera si la habían violado. Mi hija me afirmó que no había sucedido nada y que se acostaría. Al otro día la hallamos muerta en el baño y llena de sangre», dijo el padre de Esmeralda a medios locales.

Un día después, la joven fue encontrada muerta en el baño de su habitación; se había desangrado, por lo que sus padres dieron aviso a las autoridades.

Familiares de la mujer señalaron que fue su profesor quien le dio cinco pastillas para abortar. Medios locales señalaron que la joven, antes de fallecer envió un mensaje a una de sus amigas.

“Por favor ayúdame, yo me estoy desangrando. Estoy llena de sangre ayúdame”, suplicó Esmeralda.

En tanto el Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) suspendió al profesor John Kelly Martínez, sospechoso de la muerte de la estudiante.

Una de las compañeras de escuela de Esmeralda, la describió como buena persona y lamentó su muerte, ya que refirió no merecía morir.

«Esmeralda era una persona alegre, bondadosa. Siempre velaba por el bienestar de sus compañeros. Esmeralda no sabía comer sin antes brindarle a nuestros 26 compañeros, eso era lo que la caracterizaba; velaba por el bien del otro».

Sobre el profesor, Jhon Kelly, la joven refirió que él hacía preguntas que no eran propias para un educador. «Él al principio era una relación maestro estudiante, pero luego como que tuvo más interés en nuestro curso. (Preguntaba) como que, ¿ustedes tienen maestro?, No, ah, pues bajen pa’ la cancha, vamos a jugar hoy. En recreo se nos sentaba al lao’ y comenzaba a hacernos preguntas como: ¿Con quién ustedes viven? ¿Dónde ustedes viven? ¿Ustedes tienen pareja?».

Con Información de Comunicado

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