Estados Unidos.-“¡Oh, fue un milagro!”, afirmó Dora DelValle, de 66 años, al ver que el asesino de su hija se había sido declarado culpable después de 22 años de cometido el crimen en El Bronx (NYC).
Desconsolada, pero feliz, la madre fue testigo de que Christopher González, largamente buscado por dos homicidios, se declaró culpable el miércoles del brutal estrangulamiento de su hija de 19 años sucedido en diciembre del año 2000.
González fue extraditado a Nueva York en diciembre de 2017 desde Florida, donde vivía casado y trabajaba en una juguetería “Toys R Us”. “¡Finalmente, decidió declararse culpable! … rezo día y noche, y finalmente Dios escuchó mis oraciones”, afirmó DelValle sobre el avance final en el caso.
“Estoy feliz. Conozco a mi hija, donde sea que esté, ella también debe ser feliz. Arriba en el cielo”
Dora Almontaser fue agredida sexualmente y luego estrangulada con un cable telefónico el 2 de diciembre de 2000. Gonzáles se mudó a Florida poco después y estuvo prófugo hasta que una huella dactilar y pruebas de ADN recolectadas en el lugar finalmente lo vincularon con el caso.
González no se declaró culpable del cargo de violación como parte de su trato, sólo del homicidio, acotó Daily News. Recibió una sentencia de 20 años a cadena perpetua por este homicidio en el acuerdo de culpabilidad. También admitirá el estrangulamiento de una segunda mujer, Angel Serbay (25), descubierta en el condado Westchester el 3 de septiembre de 2005. Las dos sentencias se ejecutarán simultáneamente, anunciaron los fiscales.
DelValle dijo en la sala del tribunal que mantuvo un santuario para su hija con fotos en todo su apartamento de El Bronx estos años. “Estoy feliz. Conozco a mi hija, donde sea que esté, ella también debe ser feliz. Arriba en el cielo”. Pero reconoció que la declaración de culpabilidad no podía cambiar una cosa: “Extraño a mi hija todos los días. No es lo mismo”.
Las autoridades dijeron que una coincidencia de ADN implicaba a González en el segundo asesinato y coincidía con la evidencia tomada del cuerpo de Almontaser. Los investigadores también tomaron una huella dactilar de un teléfono después de que el asesino usó su cable para estrangular a la primera víctima, cuyo cuerpo desnudo fue encontrado sobre una cama.
González ofreció respuestas monosilábicas a las preguntas del juez de la Corte Suprema de El Bronx, Martin Marcus, al declararse culpable. También firmó formularios renunciando a su derecho a apelar.
“Hemos estado esperando 22 años para que esto termine y finalmente, con suerte, se cerrará”, dijo la hermana menor de la víctima, Brisaid Santos, que ahora tiene 35 años pero apenas era una niña en el momento del asesinato. “No es fácil. Es dificil. Es horrible. Es un asesino. Eso es lo que es”.
Con Información de Comunicado
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