Estados Unidos.-Menos de una semana antes de que Salvador Ramos matara a 19 niños y a dos maestras en Robb Elementary School, de Uvalde, Texas, su abuela le había pedido que sacara un arma de la casa.
Ramos vivía con sus abuelos al momento de los hechos. Según el relato de una vecina, el jueves pasado se registró una pelea entre Celia Gonzales y su nieto porque esta no quería armas en su casa.
Rudy Martínez dijo en entrevista con The Daily Beast que habló con Gonzales, apodada “Sally”, y esta le indicó que había discutido con el joven de 18 años porque le ordenó que sacara el instrumento de ataque de la residencia.
“Nosotros los escuchamos gritando”, recordó Martínez. “Yo le pregunté a Sally que por qué estaban peleando esta vez, y ella me dijo que ella y su hermana o alguien descubrieron que Salvador había llevado armas a la casa. Ella no las quería allí”, agregó la fuente.
Natalie Salazar, tía de Ramos, declaró a las autoridades que ese día la familia descubrió un rifle semi-automático en una bolsa de lona. En ese momento, los parientes le indicaron que tenía que sacar las armas de la casa porque el abuelo del joven tenía récord criminal y no puede poseer armas.
Según una fuente policial, el arma sería la Smith & Wesson M&P15 que Ramos compró el 17 de mayo, un día después de su cumpleaños.
El relato de Salazar que cita la fuente apunta a que, tras el hallazgo, el pistolero abandonó la vivienda.
Ramos además adquirió un segundo rigle second rifle, un Daniel Defense M4 V7, ese viernes.
Cuando regresó a su casa el domingo, aparentemente el muchacho no cargaba con las armas.
Antes de acudir el 24 de mayo a la primaria donde abrió fuego en un salón, Ramos baleó en la cara a su abuela, quien aún permanece hospitalizada, y se cree que no podrá volver a hablar.
Con Información de Agencia
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