EE.UU.- Una niñera estadounidense que golpeó al niño que cuidaba hasta matarlo después de que supuestamente se orinara encima pasaría el resto de su vida tras las rejas si no logra un acuerdo con las autoridades. Se trata de Lauren Jeanette Courtney, de 23 años, quien ha acordado con los fiscales estadounidenses que se declarará culpable del asesinato de Ryan James Peralto, de cinco años, el cual ocurrió en 2021.
De acuerdo con las autoridades locales, la mujer de Nevada provocó que el niño sufriera una hemorragia cerebral y una fractura de cráneo en 2021. Un medio de Las Vegas informó de que Courtney se declarará culpable de un único cargo de asesinato en primer grado y podría obtener la libertad condicional tras pasar 20 años tras las rejas.
Los cargos presentados contra ella se han reducido desde el inicio del juicio, inicialmente se enfrentaba al cargo de asesinato junto con tres cargos de abuso o negligencia que causaban un daño corporal o mental considerable, cuatro cargos de abuso o negligencia de menores y un cargo de puesta en peligro de menores. El 17 de octubre se definirá su sentencia.
Los padres del menor trabajan cuando ocurrió el asesinato
El padre de Ryan, Kaiea Peralto, habría recibido una llamada de Courtney diciéndole que su hijo había vomitado sangre el 11 de marzo de 2021. Según el diario The New York Post, Kaiea y su esposa estaban en el trabajo mientras Courtney cuidaba de su hijo y su hermana. Sin embargo, el hombre pudo ver lo que había ocurrido en realidad por las cámaras de videovigilancia que había instalado.
Kaiea instaló las cámaras de seguridad después de que su hija, de 7 años, le informó de que Courtney había dañado a su hermano; al parecer, la niñera estaba al tanto de ello pero no cambió su actitud con el infante.
¿Qué le hizo al infante?
Cuando Kaiea llegó a casa, encontró a su pequeño inconsciente. Él mismo revisó las cintas y más tarde las entregó a las autoridades. En un documento se puede leer una declaración de la policía en el que se relata lo que ocurrió: Courtney jaló a Ryan por un brazo a través de la puerta del baño y afirmó ‘Sé que estás fingiendo’. Poco después dio una patada en la cara y también le dio un puñetazo en la misma zona, para finalizar con una golpe en el pecho. “Luego le quitó la ropa interior a Ryan y lo arrastró hasta la ducha», se lee en el informe.
Los uniformados dieron a entender que la paliza que recibió entonces duró dos minutos, dejando al chico con lesiones en la cabeza y también «daños en el bazo, el hígado, el páncreas y los intestinos».
Con información de Heraldo de México
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