EEUU.- La terrible historia de maltrato infantil que sufrió Josie Ann Abney de 10 años ha conmocionado a los medios internacionales, pues murió de hambre porque sus padres adoptivos escondían la comida.
Esto ocurrió en Salem, Misuri, en donde la menor falleció el 3 de octubre en el hospital local.
La pequeña fue trasladada al hospital tras sufrir un desmayo; sólo pesaba 15 kilogramos. Como parte de los análisis, se necesitaba sacarle sangre, pero Josie estaba tan deshidratada que no pudieron extraerla, según informa SDP.
Su condición era deplorable, al nivel que algunos médicos la describieron como «una víctima del Holocausto», por la aguda desnutrición y los signos de maltrato en su cuerpo.
Por su parte, las autoridades llevaron a cabo una serie de investigaciones, en las que descubrieron que el refrigerador de su hogar tenía un candado para niños, y que otro tipo de comidas estaban fuera de su alcance.
¿Qué dijeron los padres?
Susan y Randall Abney declararon que su hija había dejado de comer por voluntad propia, y que por eso había bajado tanto de peso, pero que temieron que la gente los señalara si la llevaban con un médico.
Pero su versión de los hechos fueron descartados rápidamente, pues autoridades encontraron que los bocadillos estaban escondidos en la habitación de los adultos, y que el cuarto de la niña sólo tenía un colchón, una lámpara y una cerradura exterior.
Ellos adoptaron a la pequeña hace 7 años en el 2013.
La pareja fue detenida y está en prisión y con una fianza de 1 millón de dólares. Fueron acusados de abuso infantil y negligencia en el cuidado de un menor.
Por su parte, la comunidad exige justicia para la pequeña Josie, y también piden que se reporte cualquier caso sospechoso de abuso infantil, para prevenir que en el futuro se presenten más muertes lamentables como la de la menor.
Fuente Agencia
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