EU.-Saúl Álvarez Barragán padeció en una de las noches más importantes de su carrera como boxeador, después de nueve años volvió a conocer la derrota. El arrasador paso que demostró en la unificación de las 168 libras no figuró en la búsqueda de su segundo título de las 175 libras avalado por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). En una gran función donde los dos peleadores ofrecieron espectáculo, Dmitry Bivol dio gala de sus habilidades y, aunque por momentos pareció ceder la estafeta al mexicano, convenció a los tres jueces que sancionaron la pelea.
El deportivismo estuvo presente desde la confirmación de la reyerta. Los boxeadores fueron estoicos de principio a fin y reconocieron su poderío en todo momento. Con esa misma tendencia se montaron al cuadrilátero en medio de la expectativa de los más de 20 mil asistentes a la T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, quienes esperaban un resultado diferente al enunciado.
A pesar de ser el campeón defensor, la popularidad y el interés económico en torno a la pelea formaron a Bivol en el primer lugar de la fila para presentarse en el ring. Con la cabeza cubierta con una capucha negra y un discreto paso, desfiló junto con los miembros de su esquina hacia el cuadrilátero. Los abucheos no se hicieron esperar, pero el nacido en Kirguistán no perdió la concentración aún con el panorama en su contra.
Fuente Agencia
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