Bien dicen que la vida puede cambiar de un instante a otro sin que nos demos cuenta, e historias como la de Amanda son una de ellas, pues se trata de una mujer que fue diagnosticada con cáncer de piel gracias a su pequeña hija de apenas dos años. Esta es su historia y la importancia de observar los cambios en nuestro cuerpo.
¿Qué le pasó a Amanda Eilian?
Según reportaron medios internacionales, a sus 33 años en el año 2010, un día como cualquier otro, Amanda Eilian convivía con su pequeña hija de entonces 2 años cuando la pequeña vio sus manos y le dijo a su madre que tenía «chocolate» en una de ellas.
«¡Tienes chocolate, mami!» A la mujer le resultó tan extraño que la pequeña se diera cuenta que decidió ponerle atención a un lunar color café oscuro que tenía en la muñeca derecha y que era, considerablemente más oscuro que el resto de las manchas de su piel.
Amanda ya había reportado que sospechaba de esa mancha a sus médicos, sin embargo en varias ocasiones le dijeron que no se trataba de algo grave, pero a raíz del comentario de su hija de dos años, la mujer decidió someterse a exámenes más específicos, hasta que una biopsia le confirmó al médico que se trataba de melanoma en etapa 2, un tipo de cáncer de piel.
La joven madre siempre había sido muy consciente de los riesgos del cáncer de piel porque en su familia había antecedentes de esta enfermedad, en particular de melanoma; por lo que ella cada año se hacía exámenes preventivos.
Una vez recibido el diagnótico, Amanda se sometió a una delicada cirugía que, por la localización del melanoma, ponía en riesgo la función de su mano, sin embargo todo salió bien y hasta la fecha la mujer que fue diagnosticada con cáncer de piel por su hija de dos años no ha tenido recaídas ni necesidad de usar radioterapias o quimioterapias.
El caso de Amanda Eilian sirve de ejemplo para no desestimar cualquier sospecha que esté en el cuerpo y, de ser necesario, buscar segundas opiniones para asegurar que todo marcha correctamente.
¿Cómo saber si un lunar es cáncer de piel como el de la mujer que fue diagnosticada gracias a su hija de 2 años?
El Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos señala que un lunar puede ser sospecha de cáncer de piel cuando cumple los siguientes parámetros:
Cambia de color
Se agranda o se reduce de forma desigual
La forma, textuera y altura del lunar cambian
La piel de la superficie del lunar se vuelve seca o escamosa
El lunar se pone duro o abultado
Causa picazón
El lunar sangra o expide líquido
En cualquiera de estos casos, lo mejor es acudir a revisión con un dermatólogo experto para determinar si ese lunar representa un riesgo o no, como el caso de Amanda, la mujer que fue diagnosticada con cáncer de piel gracias a su hija de 2 años.
¿Qué tan curable es un melanoma como el que tenía la madre que diagnosticaron gracias a su hija?
El Instituto Nacional del Cáncer señala que, como en la mayoría de los cánceres, cuando se detecta a tiempo el melanoma tiene buenas posibilidades de curarse pues en ocasiones únicamente se requerirá una cirugía como la historia de Amanda, la mujer que diagnosticaron con cáncer de piel gracias a su hija, y afortunadamente no hubo necesidad de ampliar el tratamiento.
Sin embargo esta medida puede cambiar si el melanoma ya hizo metástasis, en cuyo caso el tratamiento y, por tanto las posibilidades de éxito pueden variar según cada paciente.
Y precisamente como es necesario detectar a tiempo estas enfermedades, es por lo que casos como el de Amanda resultan inspiradores para no tomar a la ligera la salud.
Salud 180 Noticias
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