México.- Andrés Manuel López Obrador volvió de su gira por Colombia y Chile y a pesar de las tensiones que continuaron en Morena en su ausencia, mantuvo su postura, pues aseguró que no hay ni habrá fractura en su movimiento, a pesar del ultimátum de Marcelo Ebrard.
“Estoy contento y, en el caso de Marcelo (Ebrard), ya lo dije también, es mi amigo, mi compañero, lo estimo y no puedo opinar más. Quisieran nuestros adversarios, porque es natural, de que hubiese fractura, una ruptura en el movimiento, no hay eso, ni habrá”, afirmó López Obrador.
“Porque nuestro pueblo está a favor de la transformación, les dejo de tarea que hagan una encuesta, pero no así tan formal, pregunten en sus casas o con los vecinos, o en la calle, recojan los sentimientos de la gente y ahí van a tener la respuesta”, agregó.
El lunes, después de que Claudia Sheinbaum se convirtió en la virtual candidata presidencial de Morena, Ebrard dijo que, si Morena no responde a su impugnación, dejará al partido.
El presidente, quien dijo que no se extendería mucho en hablar sobre el tema, también fue enfático en que él ya le entregó la dirección del movimiento a Claudia Sheinbaum, a la que calificó como “excepcional, extraordinaria y con convicciones”.
Desde el partido han cerrado filas para defender el proceso. Incluso así lo hizo ayer el propio Ricardo Monreal, que se bajó de la candidatura por la Ciudad de México y negó sumarse a un eventual gabinete de Sheinbaum, no obstante, enfatizó que los resultados de las encuestas fueron claras.
Y ahora, López Obrador también mantuvo la postura. “Se acabó el dedazo, el acarreo, la cargada, todo esto que hicieron nuestros adversarios durante tanto tiempo, durante siglos”, defendió.
Criticó nuevamente a los panistas y priistas, que, señaló, ahora andan “agarrados de la mano” en el Frente Amplio por México.
Con Información de Comunicado