México.-Fundador del Cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero fue uno de los principales capos en la década de 1980 y de los primeros en enviar droga a gran escala a Estados Unidos.
El pasado 15 julio fue detenido quien hasta entonces era el fugitivo más buscado por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA).
En los 9 años que estuvo prófugo, la periodista Anabel Hernández se reunió cuatro veces en cuatro locaciones diferentes del Triángulo Dorado, en las profunidades de la Sierra Madre Occidental.
Sin embargo, fue en el último de los cuatro encuentros, a principios de enero de 2018, cuando reconoció ante la autora de “Los Señores del Narco” y “El Traidor” que enfrentaba un problema grave de salud.
Anteriormente, en 2017, el médico del narcotraficante conocido en otra época como “El Narco de Narcos” le había dicho a la comunicadora que tenía problemas en la próstata que podían derivar en cáncer.
El principio del fin
Un médico de Culiacán, Sinaloa, reveló que la situación del “Príncipe” era particularmente compleja porque debido a a su condición de prófugo le era sumamente difícil acceder a los medicamentos que necesitaba para su padecimiento.
También detalló que el capo necesitaba ser sometido en ese momento a una cirugía, pero para ello requerían un quirófano ambulatorio y permanecer en cama al menos una semana.
Caro Quintero, sin embargo, no estuvo dispuesto a correr dicho riesgo por temor a que las autoridades aprovecharan la ocasión para detenerlo, y él, en condición convaleciente, se viera imposibilitado para huir.
En aquel último encuentro con la periodista el narco dejó ver cierto interés en una especie de acuerdo con las autoridades a cambio de su libertad.
—¿Usted estaría de acuerdo en hacer un pacto con el Gobierno de México?— le preguntó Hernández a Caro Quintero, después de que Andrés Manuel López Obrador anunciara que al llegar a la presidencia iba plantear la posibilidad de llegar a un plan de amnistía para narcotraficantes convictos.
—Mientras estén las cosas así como están, no— respondió el capo, pero sin cerrar completamente la posiblidad.
—¿En qué condiciones se entregaría usted?
—Que me respetaran mis derechos, no que me los estén pisoteando como lo están haciendo, a todos mis coacusados les dieron los beneficios. ¿A mí por qué no me los han dado? Fonseca ganó la extradición, ¿por qué a mí me la tienen parada?
Se acabó el amor
La esposa de Rafael Caro Quintero, con quien se casó cuando se encontraba recluido en Puente Grande en 2010, anunció el fin de su matrimonio.
En una entrevista con Ahtziri Cárdenas para Univisión Noticias, Diana Espinoza Aguilar reveló que se divorciará del “Príncipe” para cuidar de sus tres hijos, quienes han sido objeto de “humillaciones” y múltiples señalamientos debido a la trayectoria criminal de Caro Quintero.
“Necesito que sepan que yo me separo de Rafael, él se queda en libertad, yo también me quedo en libertad, yo tengo tres hijos que me necesitan muchísimo, que necesitan que esté con ellos en todos los aspectos”, dijo Diana Espinoza, quien es conocida también como Altagracia Espinoza.
De los tres hijos que tiene Espinoza Aguilar, sólo uno es hijo de Rafael Caro Quintero. Se trata de un niño que, a la fecha de esta publicación, tiene nueve años y nació mientras el otrora jefe del Cártel de Caborca seguía en prisión. El pequeño, cuya identidad no ha sido revelada, fue registrado en el penal de Jalisco.
Según los testimonios de la entrevistada, el hijo que tuvo con el jefe criminal incluso fue el objetivo de un intento de secuestro, además de que ha sido discriminado al punto de no permitirle el acceso a algunas escuelas.
“Hubo una escuela donde tuve que decir que era discriminación y que me sentaría a esperar a la directora para que me explicara el por qué no podían recibir al niño”.
Actualmente, según reportó Ahtziri Cárdenas, la relación entre Rafael Caro Quintero y su pequeño hijo es muy cercana, pues este lo visita con frecuencia en el penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México, a donde fue ingresado tras su captura el 15 de julio de 2022.
Fuente Agencia