Washington, Estados Unidos.– El presidente de Donald Trump afirmó que fuerzas estadounidenses destruyeron recientemente una instalación vinculada a la fabricación y envío de drogas en Venezuela, declaración que ha generado incertidumbre y reacciones en el ámbito internacional ante una posible escalada en la política de seguridad de Washington hacia ese país.
Durante una entrevista radiofónica en Nueva York, el mandatario señaló que se trataba de una “gran instalación” utilizada para operaciones del narcotráfico, sin precisar su ubicación exacta ni el tipo de operación realizada. Trump aseguró que la acción se llevó a cabo hace unos días y que representó un golpe significativo contra las redes criminales que, según su administración, operan desde territorio venezolano.
Las declaraciones provocaron cuestionamientos inmediatos entre analistas y diplomáticos, debido a que el presidente no aclaró si el presunto ataque ocurrió dentro de Venezuela ni si se trató de una operación terrestre, aérea o naval. Hasta el momento, no existe confirmación oficial por parte del Departamento de Defensa ni de la Casa Blanca sobre la naturaleza y el alcance de la acción descrita.
Consultado por medios internacionales, el Pentágono evitó pronunciarse y remitió cualquier aclaración a la Presidencia estadounidense. Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro no ha emitido un posicionamiento público, lo que ha incrementado la especulación sobre la veracidad de los hechos y sus posibles consecuencias diplomáticas.
Desde meses recientes, Estados Unidos ha intensificado operaciones antidrogas en el Caribe y el Pacífico oriental, enfocadas principalmente en interceptar embarcaciones vinculadas al tráfico de estupefacientes. Sin embargo, hasta ahora no se había reconocido de manera oficial ninguna incursión directa en territorio venezolano.
Las declaraciones de Trump se dan en un contexto de creciente tensión entre Washington y Caracas, marcado por sanciones económicas, decomisos de buques y un endurecimiento del discurso político. Analistas advierten que, de confirmarse un ataque directo en Venezuela, el hecho podría representar un punto de inflexión en la relación bilateral y elevar el nivel de tensión en América Latina.
Mientras no exista confirmación oficial, la comunidad internacional mantiene cautela ante un escenario que podría tener implicaciones en la estabilidad regional y en el debate sobre los límites de las operaciones antidrogas y la soberanía de los Estados.



