Con un total de 12 medallas olímpicas —seis de oro, tres de plata y tres de bronce— Lochte es una figura histórica en la natación. A lo largo de cuatro Juegos Olímpicos, además, logró 18 títulos mundiales y estableció récords como el de los 200 metros combinados en Shanghái 2011.
No obstante, su carrera ha estado acompañada de episodios polémicos. Uno de los más recordados fue el escándalo conocido como Lochtegate en Río 2016, cuando, junto a otros nadadores, falsamente denunció un robo tras haber causado destrozos en una gasolinera. Esto le costó una suspensión, cargos en Brasil y la pérdida de varios patrocinadores, incluidos Speedo y Ralph Lauren. En 2018, fue suspendido nuevamente por una infracción antidopaje al recibir una infusión intravenosa prohibida.
En 2022, Lochte ya había vendido sus medallas de plata y bronce con fines benéficos y por necesidad de liquidez.

Un adiós simbólico
En el video publicado en sus redes sociales, Lochte declaró:
“Mis medallas olímpicas representan recuerdos que llevaré toda la vida, pero ahora quiero que hagan más que permanecer en un estante”.
La subasta, que forma parte del December Elite Auction de Goldin, también incluye objetos firmados por integrantes del equipo olímpico estadounidense, como banderas y recuerdos con autógrafos de Michael Phelps.
Hasta el 19 de diciembre de 2025, las medallas aún no han sido vendidas, y las pujas iniciales siguen siendo modestas. La comunidad deportiva observa con atención lo que podría marcar el cierre simbólico de una era para uno de los íconos más complejos del olimpismo moderno.




