Washington, Estados Unidos.– La Casa Blanca colocó nuevas placas informativas debajo de los retratos de expresidentes que integran el llamado Paseo de la Fama Presidencial, ubicado en las inmediaciones de la Oficina Oval, las cuales han generado controversia por su marcado tono político y crítico hacia algunas administraciones pasadas.
Los textos, atribuidos a la actual administración del presidente Donald Trump, se apartan del enfoque histórico tradicional y presentan señalamientos directos contra los expresidentes Barack Obama y Joe Biden, mientras que destacan de manera favorable la figura de Ronald Reagan.
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En el caso de Barack Obama, la placa lo describe como una de las figuras políticas más divisivas en la historia del país y cuestiona su gestión en materia de salud, política exterior y seguridad internacional. Asimismo, se le atribuyen decisiones que, según el texto, contribuyeron a conflictos y crisis internacionales durante su mandato.
La descripción dedicada a Joe Biden contiene críticas aún más severas, al calificarlo como el peor presidente en la historia de Estados Unidos y cuestionar la legitimidad de su llegada al poder. También se le responsabiliza de políticas que, según la placa, provocaron un aumento significativo de la inflación y debilitaron el control fronterizo del país.
En contraste, la placa correspondiente a Ronald Reagan resalta su liderazgo durante el final de la Guerra Fría, su impacto en la economía y el fortalecimiento de las fuerzas armadas. De manera particular, el texto afirma que Reagan fue simpatizante de Donald Trump incluso antes de que este iniciara su carrera política, reforzando el carácter personal del mensaje.
La incorporación de estas placas ha generado debate sobre el uso de espacios institucionales para emitir valoraciones políticas, al tratarse de un recorrido tradicionalmente dedicado a la memoria histórica de los mandatarios estadounidenses.



