Bangkok, Tailandia.– El conflicto entre la actual Miss Universo, la mexicana Fátima Bosch Fernández, y el presidente del Comité Organizador del certamen, Nawat Itsaragrisil, ha escalado a niveles legales tras la presentación de una denuncia penal por difamación, bajo la legislación tailandesa.
El origen de la controversia se remonta al pasado 4 de noviembre durante la ceremonia de imposición de bandas en Bangkok. Bosch denunció públicamente que Itsaragrisil la insultó verbalmente, llamándola “tonta” o “estúpida”, debido a que, presuntamente, no promovió adecuadamente al país anfitrión en sus redes sociales. Esta acusación provocó una ola de indignación entre otras concursantes, quienes abandonaron el evento en protesta.
No obstante, el 3 de diciembre, Itsaragrisil difundió un comunicado oficial a través de la página de Facebook de Miss Universe Tailandia, en el que rechazó categóricamente dicha versión y presentó evidencia en su defensa. Acompañado por Miss Grand International Public Company Limited, el empresario argumentó que en ningún momento profirió insultos contra Bosch y que sus palabras fueron tergiversadas.
“El Sr. Nawat Itsaragrisil nunca la llamó estúpida. Lo que realmente dijo fue ‘damage’ (daño), refiriéndose a una afectación que podría derivarse si seguía ciertas instrucciones”, precisa el comunicado, citando una grabación de voz supuestamente obtenida del evento.

Además de negar los señalamientos, el texto acusa a Bosch de haber realizado una acusación falsa ante los medios inmediatamente después del incidente y de persistir en su versión incluso tras conocer los hechos reales. “No se disculpó. En cambio, continuó acusándolo falsamente en entrevistas, aparentemente con fines personales”, afirma el comunicado.
La denuncia penal, presentada el 12 de noviembre, se basa en el delito de difamación, que en Tailandia puede acarrear penas de hasta dos años de prisión y sanciones económicas. El documento también lanza una advertencia a medios de comunicación que repliquen las acusaciones de Bosch sin verificar los hechos, señalando que podrían ser incluidos en futuras acciones legales por complicidad en la difamación.
Hasta el momento, Fátima Bosch no ha emitido una postura oficial respecto a esta denuncia. Sin embargo, el 2 de diciembre reafirmó su versión durante una entrevista: “Por supuesto que no [renunciaré], porque yo me merezco esta corona y esta banda”, dijo.
Por su parte, la organización internacional Miss Universe —propiedad de Raúl Rocha Cantú, quien previamente había anunciado acciones legales contra Itsaragrisil por el mismo incidente— no ha emitido comentarios ante esta nueva escalada.
El caso ha generado una intensa discusión en redes sociales sobre la transparencia del certamen, ya marcado por controversias como la renuncia del juez Omar Harfouch, quien denunció un presunto fraude. La imagen de Fátima Bosch, la cuarta mexicana en conquistar el título de Miss Universo, se encuentra en el centro del debate internacional sobre derechos, reputación y justicia en el mundo del espectáculo.



