Kevin Spacey, uno de los actores más premiados y aclamados de su generación, atraviesa uno de los capítulos más difíciles de su vida. En una entrevista reveladora con The Telegraph, publicada el 19 de noviembre de 2025, Spacey confesó que está prácticamente en la ruina. “Estoy viviendo en hoteles, en Airbnbs, voy donde está el trabajo. Literalmente no tengo hogar”, dijo.
La entrevista llega pocos días después de su presentación Songs & Stories, un espectáculo de una sola noche en Chipre, donde combinó música jazz y relatos personales. Según el actor, los últimos ocho años han sido financieramente devastadores: “He tenido muy poco entrando y todo saliendo”. Su mansión en Baltimore, adquirida en 2017 por más de 5 millones de dólares, fue subastada en 2024 por poco más de 3 millones tras un embargo hipotecario.

El declive de Spacey comenzó en octubre de 2017 cuando fue acusado públicamente por el actor Anthony Rapp de conducta sexual inapropiada en 1986. A esta denuncia le siguieron más de 30 acusaciones, algunas llevadas a tribunales, aunque hasta ahora ninguna ha resultado en una condena penal. Entre los casos más relevantes:
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EE.UU. (2022): Un jurado lo declaró no responsable en la demanda civil de Anthony Rapp.
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Reino Unido (2023): Fue absuelto de nueve cargos por presuntas agresiones sexuales contra cuatro hombres.
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Massachusetts (2019): Caso desestimado por falta de pruebas.
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Varios otros casos en EE.UU.: Archivados por falta de evidencia o fallecimiento de los acusadores.
A pesar de estas absoluciones, Hollywood lo apartó por completo. Fue despedido de House of Cards, eliminado de películas ya filmadas, y su carrera se estancó. Aunque logró acuerdos judiciales para reducir sanciones económicas, sus finanzas quedaron muy afectadas. De una fortuna estimada entre 70 y 100 millones de dólares en su mejor momento, hoy se calcula que posee alrededor de 2 millones, según Celebrity Net Worth.

En lo personal, Spacey nunca se casó ni tuvo hijos. Confirmó su homosexualidad en 2017 tras años de mantener su orientación en privado. También ha hablado del abuso que sufrió en su infancia, particularmente a manos de su padre, a quien su hermano ha calificado de “nazi” y abusador.
Aun en medio de la adversidad, Spacey mantiene la esperanza de volver a la gran pantalla. “Si Martin Scorsese o Quentin Tarantino llaman mañana, todo cambiará”, expresó. Por ahora, sobrevive haciendo presentaciones esporádicas en Europa y viviendo con lo justo.
De ícono de Hollywood a artista errante, la historia de Kevin Spacey se convierte en un reflejo de cómo el juicio público, incluso sin condena legal, puede transformar radicalmente una vida.



