Tras circular la noticia de un incendio en una propiedad en Veracruz presuntamente vinculada a Julián Figueroa, Maribel Guardia decidió poner fin a las especulaciones y explicar cuál es su verdadera relación con ese inmueble.
En declaraciones a los medios, la actriz y cantante fue clara al afirmar:
“Yo ya no tengo nada que ver en eso. No puedo meter mano en nada de eso”, dijo tajante. Explicó que la propiedad formaba parte de la herencia que Joan Sebastian, padre de Julián, le dejó a su hijo, y que desde hace más de 15 años se encuentra abandonada.
“Desde que Joan lo compró, esa casa estaba en ruinas. Joan la dejó tirada”, comentó. Añadió que la intención inicial era probablemente reconstruirla, pero eso nunca ocurrió debido al alto costo de inversión, algo que Julián no podía asumir en su momento por tener otras prioridades.

Maribel también precisó que la propiedad ahora pertenece legalmente a su nieto, José Julián, hijo de Julián Figueroa y Imelda Tuñón, y subrayó que así quedó estipulado en el testamento de su hijo:
“Todo lo de Julián le pertenece al niño… el heredero es mi nieto.”
En cuanto a los procesos legales, mencionó que su esposo Marco Chacón figura como representante sucesorio (albacea), aunque no tiene interés en involucrarse activamente. Inicialmente, ese rol le correspondía a Imelda Tuñón, pero renunció a él.
Consultada sobre la posibilidad de reconciliación con su exnuera, Maribel lamentó la distancia actual:
“No, parece que no por ahora.”
Ante los supuestos comentarios de Imelda sobre no querer dejarle el legado de Julián a su hijo, Maribel respondió firme:
“Es mi herencia y se la dejo a quien me da la gana. Ese niño está en mi corazón. Rezo todas las noches por él y sé que Julián lo está cuidando.”
Con estas declaraciones, Maribel Guardia busca cerrar el capítulo del incendio y reafirmar que su única prioridad es proteger el legado de su hijo Julián, y el bienestar de su nieto, más allá de cualquier conflicto familiar o legal.




