Durante su conferencia matutina de este martes 28 de octubre en Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó nuevamente el tema del empresario Ricardo Salinas Pliego, asegurando que el litigio fiscal que enfrenta no responde a un conflicto personal ni político, sino a un asunto técnico derivado de auditorías realizadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Sheinbaum explicó que el proceso sobre el pago de impuestos de Grupo Salinas se remonta a ejercicios fiscales de 2008, y que las autoridades han seguido los procedimientos establecidos conforme al marco jurídico vigente.
“Que sepa todo México que no es subjetivo, que no hay un tema de afectar a un empresario o un grupo empresarial; es un tema técnico que tiene que ver con auditorías fiscales que se hicieron y queda un monto muy importante de impuestos”, afirmó.
La mandataria precisó que el caso se encuentra en su etapa final, ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está por resolver los amparos promovidos por la empresa. Subrayó que su administración respetará la decisión del máximo tribunal, pero insistió en que el cumplimiento de las obligaciones fiscales es fundamental para garantizar el bienestar público.
“Nosotros vamos a acatar lo que diga la Suprema Corte y a seguir dentro del marco jurídico todo lo que se tiene que hacer, pero es algo serio, no es algo que tenga que ver con un asunto personal o contra algún grupo”, declaró.
La presidenta recordó que la recaudación fiscal no debe interpretarse como una medida punitiva, sino como una herramienta para fortalecer el financiamiento de programas sociales y proyectos de infraestructura en beneficio del país.
Un caso emblemático de justicia fiscal
El litigio entre Grupo Salinas y el SAT se ha prolongado por más de una década, derivado de una serie de créditos fiscales que superan los 30 mil millones de pesos. La controversia ha sido objeto de debate público, especialmente tras los comentarios recientes de Sheinbaum, quien en tono coloquial expresó:
“Toma chocolate y paga lo que debes.”
La frase generó una amplia respuesta en redes sociales y medios de comunicación, a lo que la mandataria respondió que su intención no fue confrontar al empresario, sino recordar que la ley es igual para todos, sin importar el poder económico o político.
“Sencillamente es una definición que viene desde 2008, de un pago que se tiene que hacer al erario público para beneficio del pueblo de México”, puntualizó.
Con este mensaje, el gobierno federal busca reafirmar su compromiso con la justicia fiscal y la transparencia, destacando que el cumplimiento de las obligaciones tributarias no debe interpretarse como persecución, sino como parte de la responsabilidad de todos los contribuyentes ante la nación.



