David Arizmendi, vocero de la Embajada de EE. UU. en México, recordó que la visa no es un derecho, sino un privilegio, y puede ser cancelada por el gobierno estadounidense cuando las circunstancias lo justifiquen.
Puntos clave:
-
La cancelación aplica a todos los ciudadanos extranjeros, sean particulares o funcionarios.
-
No se requiere condena penal; basta con que haya indicios de que el titular ya no cumple los requisitos o que mantener la visa no conviene a los intereses de EE. UU.
-
El Departamento de Estado revisa frecuentemente las visas y cancela cuando hay motivos, notificando directamente al afectado.
-
Las decisiones no se hacen públicas por privacidad y se rigen por la ley estadounidense, políticas internas y el interés nacional.
En resumen: tener visa estadounidense no garantiza permanencia; siempre es un privilegio sujeto a revisión.



