Jennifer Lawrence, quien marcó una generación con personajes como Katniss Everdeen en Los juegos del hambre y Mystique en X-Men, sorprendió al revelar que estuvo a punto de decirle adiós para siempre al cine.
Durante una entrevista en The Graham Norton Show, la actriz compartió que la pausa que tomó entre 2019 y 2021 fue más que un simple receso. “Estaba en paz con no regresar. Hollywood es mucho”, confesó, dejando claro que la presión y el ritmo vertiginoso de la industria la llevaron a contemplar un retiro definitivo.
La actriz relató con humor que, justo cuando decidió detenerse, “el mundo se cerró” por la pandemia: “Hice que pasara el Covid. Solo dije: ‘Quiero tomar un descanso’, y ellos respondieron: ‘El mundo se está cerrando’.”

Jennifer, nacida en 1990 en Louisville, Kentucky, comenzó su carrera desde muy joven, debutando en cine en La casa de póquer (2008) y alcanzando el reconocimiento global con El invierno profundo (2010). Su talento la convirtió en la persona más joven en recibir cuatro nominaciones al Óscar como Mejor Actriz.
Tras éxitos como Pasajeros y No mires arriba, Lawrence volvió a escena en 2023 con Hazme el favor, y recientemente estrenó Muere, mi amor (2025), un thriller psicológico que produjo a través de su compañía Excellent Cadáver.
Durante su tiempo fuera de cámaras, se casó con el galerista Cooke Maroney y se convirtió en madre de dos hijos. La maternidad, afirma, le transformó la vida y su forma de ver el mundo. “Disfruto ir al supermercado con él. No sé por qué, pero me llena de alegría”, expresó sobre su esposo.
Lawrence también ha alzado la voz en temas sociales: desde fundar su propia fundación hasta criticar abiertamente prácticas como la terapia de conversión. En septiembre de este año, recibió el Donostia Award por trayectoria en el Festival de San Sebastián, donde volvió a generar polémica por sus comentarios en torno al conflicto en Gaza.
Hoy, Jennifer Lawrence es más selectiva con los proyectos que acepta, combinando su papel como madre, productora y actriz. “Las historias nos recuerdan que quizás todos estamos más conectados de lo que parece”, dijo desde San Sebastián, dejando claro que su regreso no solo es artístico, sino profundamente humano.




