Warner Bros. Discovery ha sacudido la industria del entretenimiento al anunciar que se encuentra oficialmente a la venta. El gigante de Hollywood, fundado en 1923, abre así la puerta a un cambio histórico que podría redefinir el mapa del poder audiovisual global.
La empresa confirmó que busca “maximizar el valor de nuestras marcas y garantizar un crecimiento sostenible”, según palabras del CEO David Zaslav. Esto incluye la posible venta de divisiones estratégicas como su estudio cinematográfico, la plataforma HBO Max y propiedades intelectuales de renombre como Harry Potter, Batman, El Señor de los Anillos y Game of Thrones.
A pesar de registrar un año exitoso en taquilla —con estrenos como F1, Sinners y Minecraft: The Movie—, los problemas financieros derivados de la fusión con Discovery en 2022 no han sido superados. La deuda acumulada, estimada en más de 40 mil millones de dólares, ha llevado a la empresa a explorar la venta total o parcial de sus activos más importantes.

En la puja por adquirir Warner se encuentran tres grandes jugadores:
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Netflix, que ya sostuvo una reunión clave con Zaslav durante el combate Canelo vs. Crawford en Las Vegas.
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Paramount, respaldado por Skydance, que busca sinergias con sus operaciones deportivas y de noticias.
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Comcast (Universal), que estudia compras parciales con especial interés en DC y HBO.
La venta podría compararse con la adquisición de 21st Century Fox por parte de Disney en 2019, aunque también enfrenta posibles obstáculos por regulaciones antimonopolio, especialmente si Paramount se posiciona como favorito.
Mientras tanto, el futuro de franquicias legendarias como Matrix, Friends, Rick and Morty y el destino de Cartoon Network se mantiene incierto, mientras Hollywood observa con atención la que podría ser la transacción más importante de la década.




