Ciudad de México, México — La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, señaló que no es posible atender la totalidad de las demandas de los trabajadores del Servicio de Administración Tributaria (SAT), aunque aseguró que se mantendrán abiertos los canales de diálogo para buscar soluciones parciales.
Durante la conferencia matutina del 15 de octubre, Sheinbaum indicó que algunas solicitudes, como la recuperación de gastos médicos privados, no pueden ser cubiertas debido a que no corresponde a los servidores públicos ni a la Presidencia de la República. “Hay demandas que no se les pueden cumplir porque no hay ningún servidor público que tenga gastos médicos privados, ni la presidenta”, explicó.
La funcionaria destacó que únicamente dos oficinas del SAT sufrieron afectaciones menores durante la movilización laboral, sin que se interrumpiera el servicio general de la institución. En total, de los aproximadamente 25 mil empleados, solo 400 presentaron solicitudes relacionadas con incrementos salariales, prestaciones y condiciones laborales, las cuales serán evaluadas para determinar posibles ajustes en salarios y tabuladores.
El paro nacional en el SAT comenzó el 14 de octubre bajo la modalidad de “brazos caídos”, donde los empleados permanecen en sus puestos pero suspenden actividades productivas. Entre las principales demandas destacan: la aplicación del aumento salarial del 12 % aprobado en enero de 2025, el restablecimiento de prestaciones eliminadas, la regulación de jornadas extensas, el pago de horas extras, mejores condiciones para mujeres embarazadas o en lactancia, y el suministro de insumos básicos en oficinas.
Aunque la protesta se realiza de manera pacífica, se prevé una reducción significativa en la operación del SAT, afectando trámites como la emisión y renovación de e.firma, la inscripción al Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y la validación de comprobantes fiscales. Autoridades del SAT y la Secretaría del Trabajo están atendiendo las demandas y se comprometieron a informar sobre cierres de oficinas y reprogramación de citas para minimizar el impacto en contribuyentes.
En algunas ciudades, como Ciudad Juárez, los trabajadores mantuvieron oficinas cerradas de manera indefinida hasta recibir una respuesta formal de las autoridades competentes, mientras que en otras regiones se reportaron problemas como falta de personal, horarios extensos, supervisión coercitiva y condiciones laborales desiguales.
Esta situación evidencia la tensión entre las solicitudes laborales de los empleados y la capacidad del Estado para atenderlas, manteniendo al mismo tiempo la operatividad de los servicios fiscales esenciales.



