México se ha consolidado como una potencia clave en la industria automotriz eléctrica. Durante 2024, el país duplicó su producción de vehículos eléctricos hasta alcanzar 220 mil unidades, posicionándose como el mayor proveedor de autos eléctricos para Estados Unidos, según el Tercer Informe de Movilidad de México elaborado por EvolvX.
México desplaza a potencias asiáticas
El informe, presentado en el marco del Latam Mobility México 2025, detalla que México exportó 145 mil unidades de vehículos eléctricos ligeros hacia el mercado estadounidense, superando a Japón y Corea del Sur, quienes registraron alrededor de 135 mil unidades cada uno durante el mismo periodo.
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De acuerdo con Rebeca González, cofundadora de Latam Mobility, este logro se debe principalmente al incremento de inversiones extranjeras en el sector automotriz nacional, así como al fortalecimiento de la cadena de valor local.
“Este cambio confirma el papel estratégico de México como pieza clave de la cadena de suministro de movilidad limpia en América del Norte, respaldado por su base manufacturera competitiva, capital humano y una red de infraestructura de carga en expansión”, señaló González.
Crece la infraestructura, pero aún con retos
El documento también advierte que el desafío principal para México será alinear su liderazgo manufacturero con una infraestructura de carga adecuada, capaz de sostener la rápida adopción de la movilidad eléctrica.
Actualmente, el país cuenta con una proporción de 40 vehículos eléctricos por cada punto de carga pública, una de las más altas del mundo. Esto refleja tanto el acelerado crecimiento del parque vehicular eléctrico como la necesidad de aumentar el número de estaciones de carga para evitar un rezago en la red de suministro energético.
Avances en movilidad sostenible
El informe añade que ocho de cada 100 autobuses vendidos en 2024 fueron eléctricos, frente a poco más del 1 % registrado en 2023. En el contexto regional, América Latina pasó de vender 600 autobuses eléctricos en 2020 a más de 2 mil en 2024, con México como uno de los principales impulsores de esta transición.
Con estos resultados, el país no solo fortalece su posición dentro del mercado automotriz norteamericano, sino que también se perfila como un actor estratégico en la producción y exportación de tecnología limpia, clave para la transformación energética de la región.
