CIUDAD DE MÉXICO. – La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que el aumento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a refrescos y bebidas azucaradas no provocará el cierre de pequeños comercios ni el incremento del comercio informal, como han expresado algunos empresarios.
Durante su conferencia matutina del 9 de octubre en Palacio Nacional, Sheinbaum reconoció la preocupación del sector productivo, pero enfatizó que la medida busca reducir el consumo de bebidas con alto contenido de azúcar debido a los daños comprobados que provocan en la salud pública.
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“El objetivo es que se consuma menos. Está demostrado científicamente que el exceso de bebidas azucaradas provoca daños a la salud. Entendemos la preocupación, pero la idea es promover hábitos más saludables”, afirmó la mandataria.
De acuerdo con estimaciones del Secretario de Hacienda, Édgar Amador, el impuesto representará un aumento aproximado de un peso por lata a partir del 1 de enero de 2026. Los recursos recaudados serán destinados a un fondo de salud enfocado en la atención de enfermedades relacionadas con el consumo de azúcar, como la diabetes y la hipertensión.
Sheinbaum explicó que una persona que consume un refresco diario pagaría unos 30 pesos adicionales al mes, aunque subrayó que la intención del gobierno es fomentar una reducción en el consumo, no incrementar la carga económica de las familias.
En la misma conferencia, la presidenta anunció que su administración trabaja en una base de datos nacional para rastrear la trazabilidad del combustible y combatir el huachicol fiscal, con el objetivo de transparentar la importación, transporte y venta de hidrocarburos en todo el país.



