Buenos Aires / Lima. – Tras seis días prófugo, Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como “Pequeño J”, fue detenido en Perú por la Policía Antidrogas gracias a un descuido insólito: jamás cambió de teléfono ni de chip, lo que permitió a las autoridades rastrear sus movimientos.
El narcotraficante, sobre quien pesaba una orden de captura internacional de Interpol, es señalado como el presunto autor intelectual del triple feminicidio de Brenda del Castillo, Morena Verri y Lara Gutiérrez, jóvenes de 20 y 15 años asesinadas en Buenos Aires en un caso que ha generado indignación en toda Argentina.
El error que lo delató
De acuerdo con el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Javier Alonso, en uno de los escondites del criminal se halló un teléfono que permitió rastrear la línea activa del “Pequeño J”. Así, fue ubicado en Pucusana, a 70 km de Lima, cuando intentaba huir oculto en un camión cargado de pescado.
¿Quién es el “Pequeño J”?
Tony Janzen es hijo de Janhzen Valverde, miembro del grupo criminal Los injertos de Nuevo Jerusalén. Admirador de figuras del narcotráfico como Pablo Escobar y de personajes ficticios como Tony Montana, el joven adoptó desde niño una identidad marcada por la violencia. Tras la muerte de su padre en 2013, juró vengarse y consolidó una carrera criminal que hoy lo coloca en el centro de uno de los crímenes más atroces de los últimos años.
El feminicidio que estremeció a Argentina
El 19 de septiembre, Brenda, Morena y Lara subieron a una camioneta blanca creyendo que iban a una fiesta. En realidad, fueron trasladadas a una casa en La Matanza, donde fueron torturadas, asesinadas y mutiladas, en un acto transmitido en vivo por Instagram ante un grupo cerrado de al menos 45 personas.
Durante el ataque, el “Pequeño J” habría dicho: “Así le va a quien me roba”, lo que sugiere que una de las víctimas fue acusada de apropiarse de dinero o drogas del grupo criminal. Los cuerpos fueron hallados el 24 de septiembre en la misma vivienda donde les arrebataron la vida.
Un país en shock
El caso ha provocado marchas y protestas en varias ciudades argentinas para exigir justicia y protección a las mujeres, en medio de la polémica generada por la propuesta del presidente Javier Milei de eliminar el término “feminicidio” de la legislación.
Mientras la familia de las jóvenes pide justicia y la sociedad exige respuestas, la captura del “Pequeño J” representa un paso clave, aunque aún falta dar con todos los responsables de este crimen que ha marcado a Argentina y encendió las alarmas sobre la violencia de género y el crimen organizado.



