Este 2025 se cumplen 11 años de uno de los episodios más oscuros en la historia reciente de México: la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, las madres y padres de los normalistas mantienen su exigencia firme: verdad y justicia.
Durante estos años, tres presidentes han enfrentado el reclamo: Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum. Cada aniversario representa una herida abierta para los familiares, quienes insisten en que no han recibido respuestas claras sobre el paradero de sus hijos.
Desde el inicio de su administración, Sheinbaum ha reiterado su compromiso con el caso, asegurando que no habrá “carpetazo”. Entre sus acciones destaca el fortalecimiento de la Unidad Especial de Investigación (UELICA), la integración de nuevos grupos de expertos y la apertura de líneas de investigación que habían sido ignoradas.
En febrero de este año, fue detenido Martín Alejandro “N”, alias “El Kamala”, vinculado directamente con los hechos de desaparición forzada en Iguala. No obstante, el proceso judicial ha sido complejo y con múltiples obstáculos. La presidenta ha señalado al Poder Judicial por liberar a implicados como el exalcalde José Luis Abarca, pese a las pruebas existentes.
Además, el gobierno actual ha solicitado la extradición de Tomás Zerón desde Israel y de otros dos presuntos responsables desde Estados Unidos, en busca de romper con la impunidad que ha rodeado este caso.
En cada manifestación, las familias dejan claro que el dolor sigue intacto y que su lucha no terminará hasta que conozcan el destino de sus hijos. Mientras tanto, el caso Ayotzinapa continúa siendo una deuda pendiente del Estado mexicano.



