Lo que comenzó como un simple intento por agendar un corte de cabello terminó convirtiéndose en un fenómeno viral que desató un debate sobre la importancia de los lazos con nuestros peluqueros.
Tobías, un joven argentino, intentó contactar a su barbero de confianza, Facu, con quien llevaba más de ocho años de relación profesional, solo para enterarse de que este había dejado el país para trabajar en Punta Cana.
“Facu ya hace un mes que no está trabajando más con nosotros. Le salió una oportunidad de trabajo en Punta Cana y se fue”, le respondieron desde el local. La noticia lo dejó devastado, y así lo expresó en X (antes Twitter), publicando la conversación con el mensaje: “8 años de relación. Estoy devastado”.

El posteo rápidamente se viralizó: superó 81 mil “me gusta”, 1,700 retuits y cientos de comentarios de usuarios que se sintieron identificados.
Algunos usuarios compararon la pérdida con una ruptura amorosa:
🗨️ “Es comparable con que te deje tu novia”
🗨️ “Yo desde los 6 años que me corto con el mismo peluquero. Cuando se jubiló, me empecé a cortar yo solo. Te entiendo”.
La historia no solo provocó risas, sino también reflexiones sobre lo significativas que pueden ser estas relaciones cotidianas. Para muchos, cambiar de peluquero no es cualquier cosa: implica despedirse de años de confianza, de charlas íntimas, de alguien que conoce hasta el último centímetro del estilo personal.
Este caso dejó claro que los vínculos con nuestros barberos pueden ser tan intensos como cualquier otra relación en la vida… y que su ausencia, también duele.



