La nueva adaptación live-action de Lilo y Stitch ha logrado lo impensable: no solo revivir con fuerza un clásico animado de Disney, sino también superar sagas populares como Mi Villano Favorito 3, con una recaudación de más de 1,034 millones de dólares en todo el mundo.
Dirigida por Dean Fleischer Camp, la cinta ha sido celebrada por mantener la esencia del filme original de 2002, aportando una frescura que la conecta con nuevas generaciones. La química entre los personajes, la ambientación fiel en Hawái y el respeto a la identidad cultural han sido factores clave en su éxito.
Desde su estreno, Lilo y Stitch se posicionó como la tercera película más taquillera del año, detrás de Minecraft y Ne Zha 2, recaudando más de 610 millones de dólares en sus primeros nueve días.
La historia, que gira en torno a Lilo, una niña hawaiana que encuentra en Stitch un compañero improbable, ha vuelto a conquistar al público con una mezcla de humor, ternura y una poderosa redefinición del concepto de familia.
Además del debut destacado de Maia Kealoha como Lilo, el regreso de Chris Sanders como la voz de Stitch ha generado aplausos por parte de los fans. La crítica especializada ha elogiado el tono emotivo del filme, su capacidad de conectar sin depender solo de la nostalgia, y su fuerza visual.
Con este logro, Lilo y Stitch (2025) se une al selecto club de las 50 películas más taquilleras de todos los tiempos, demostrando que las buenas historias —contadas con autenticidad— nunca pasan de moda.



