Guadalajara, Jal.— El Zoológico de Guadalajara informó sobre el nacimiento del primer ejemplar de la tortuga Kinosternon vogti, conocida como “Tortuga Casquito de Vallarta”, bajo condiciones de cautiverio y con el cuidado de un grupo de especialistas. Este acontecimiento marca un hecho sin precedentes en los esfuerzos de conservación de la especie más pequeña del mundo, que enfrenta un alto riesgo de extinción.
El biólogo Ricardo Dávalos, jefe del herpetario del Zoológico Guadalajara, explicó que esta especie fue descubierta apenas en 2018 y que, a pesar de su reciente identificación, ya se encuentra amenazada debido a la pérdida de su hábitat natural y al tráfico ilegal de ejemplares. Se estima que únicamente existen alrededor de 500 tortugas en vida silvestre, distribuidas en los humedales del río Ameca, zona que divide a Jalisco y Nayarit.
Las causas de su disminución poblacional están directamente relacionadas con la expansión urbana en Puerto Vallarta, donde cada vez más zonas habitacionales invaden los espacios naturales. A ello se suma el interés del comercio ilegal, principalmente en mercados de Asia, lo que agrava la situación de esta especie endémica. “Al ser una especie poco común, se vuelve más atractiva para los traficantes. Sabemos que en Japón, China y Corea ya se han detectado ejemplares traficados”, advirtió Dávalos.
Como parte de un proceso de rescate, en 2023 el zoológico recibió 37 tortugas decomisadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). A partir de ese grupo se lograron los primeros apareamientos en un espacio diseñado con condiciones similares a su hábitat. Las hembras depositaron huevos que fueron colocados en incubadoras especiales, donde se controlan de manera precisa la temperatura y la humedad necesarias para su desarrollo.
El pasado 30 de junio nació el primer individuo bajo este esquema, al que los especialistas llamaron cariñosamente “Migaja” debido a su diminuto tamaño. El ejemplar pesó apenas 2.8 gramos y midió poco más de dos centímetros, una dimensión equivalente al grosor de un dedo pulgar. Actualmente, permanecen en incubación seis huevos más que podrían eclosionar en las próximas semanas, considerando que el proceso de gestación dura aproximadamente 120 días.
El jefe del herpetario destacó que este logro es un paso fundamental para la investigación de reptiles y la preservación de la biodiversidad mexicana. Además, abrió la posibilidad de que en un futuro se puedan liberar algunos ejemplares en áreas seguras de Puerto Vallarta, siempre y cuando existan condiciones que garanticen su protección.
El reto inmediato, señaló, es que las nueve hembras en edad reproductiva logren al menos una puesta exitosa cada una, aunque la tasa de fecundidad es baja, pues en promedio depositan hasta cuatro huevos, de los cuales no siempre todos prosperan.
La Tortuga Casquito de Vallarta es reconocida por el distintivo color amarillo en la nariz de los machos y por alcanzar apenas los 10 centímetros en edad adulta, lo que la convierte en la tortuga más pequeña del mundo. El nacimiento de “Migaja” representa no solo un avance científico, sino también una esperanza para asegurar la supervivencia de una especie que hoy enfrenta serias amenazas.



