En un hecho que marca un punto de inflexión en la historia del narcotráfico mexicano, Ismael “El Mayo” Zambada se declaró culpable de dirigir durante décadas una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo: el Cártel de Sinaloa.
Durante su audiencia en la Corte del Distrito Este de Nueva York, el veterano capo admitió su participación en una “empresa criminal continua” dedicada al tráfico de drogas, sobornos, asesinatos y lavado de dinero, en violación a la Ley RICO. La fiscalía estadounidense presentó pruebas contundentes del funcionamiento militarizado del cártel, así como su capacidad de corrupción institucional a gran escala.
Zambada también reconoció haber otorgado sobornos a policías, militares y políticos mexicanos para asegurar la operación impune del cártel, que expandió sus redes desde Sinaloa hasta Asia, Europa y Sudamérica.

Como parte del acuerdo con el gobierno de EE.UU., el narcotraficante deberá pagar una compensación de 15 mil millones de dólares y colaborar con información sensible sobre redes criminales y vínculos con figuras de poder. A cambio, evita la pena de muerte, podría recibir beneficios en su sentencia, e incluso ser incorporado al programa de testigos protegidos.
Zambada fue capturado en julio de 2024 en El Paso, Texas, y aseguró mediante una carta que fue trasladado contra su voluntad desde México. Desde entonces, enfrenta 24 cargos criminales en total: 17 en Nueva York y 7 en Texas.
Con esta declaración, Estados Unidos tiene bajo su control a los dos principales líderes históricos del narcotráfico mexicano: Joaquín “El Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua en 2019, y ahora “El Mayo” Zambada.
Se prevé que su cooperación desate nuevas investigaciones sobre vínculos entre el narco y funcionarios públicos mexicanos, como ocurrió en el caso de Genaro García Luna. La sentencia definitiva será dictada en un plazo de seis meses.



