La Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informaron que 26 narcotraficantes, recluidos en distintos centros penitenciarios de México y con órdenes de extradición vigentes, fueron trasladados a Estados Unidos el pasado 12 de agosto.
De acuerdo con la información oficial, entre los entregados se encuentran integrantes y operadores clave del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), del Cártel de Sinaloa y del Cártel de los Arellano Félix.
Entre los nombres más relevantes figura Abigael González Valencia, alias “El Cuini”, cuñado de Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” y líder del grupo criminal “Los Cuinis”, brazo financiero del CJNG. González Valencia, detenido en 2015, era requerido por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por delitos de lavado de dinero y tráfico de drogas.
También fue extraditado Juan Carlos Félix Gastélum, conocido como “El Chavo Félix”, yerno de Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, identificado como operador financiero y controlador de actividades ilícitas en la zona sureste de Culiacán, Sinaloa.
Otro de los trasladados es Jehonany Alexander Valdéz Serrano, alias “El Quinientos” o “El Ingeniero”, señalado como jefe de seguridad del Cártel de Sinaloa. Su historial incluye detenciones previas en México y en Estados Unidos, así como acusaciones por asociación delictuosa y tráfico de drogas.
Asimismo, fue entregado Pablo Edwin Huerta Nuño, apodado “El Flaquito”, operador del Cártel de los Arellano Félix, vinculado con la producción de drogas sintéticas, secuestro agravado y alianzas estratégicas con el CJNG para el control de rutas en Baja California.
Esta acción representa la segunda entrega de alto impacto realizada por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, luego de que en febrero pasado se extraditara a 29 líderes criminales, entre ellos Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Treviño Morales “Z-40” y Vicente Carrillo Fuentes “El Viceroy”.
Las autoridades destacaron que el traslado de estos reos busca reforzar la cooperación binacional en el combate al narcotráfico y al crimen organizado, así como disminuir riesgos de operación delictiva desde centros penitenciarios mexicanos.



