Barcelona, España.— La celebración del cumpleaños número 18 del futbolista Lamine Yamal, realizada a mediados de julio de 2025, ha generado una intensa polémica pública tras conocerse que en el evento participaron artistas con enanismo contratados como parte del entretenimiento. La controversia ha derivado en posiciones encontradas entre asociaciones defensoras de derechos y los propios artistas involucrados.
El debate comenzó el 13 de julio, cuando la Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas con Enanismo (ADEE) emitió un comunicado en el que condenó la contratación de personas con enanismo para espectáculos en fiestas privadas. La organización calificó estos actos como discriminatorios, argumentando que perpetúan estereotipos y vulneran la dignidad y los derechos humanos de quienes viven con esta condición.
“Es inaceptable que en pleno siglo XXI se siga utilizando a personas con enanismo como diversión en fiestas privadas, y aún más grave cuando estos hechos involucran a figuras públicas como Lamine Yamal”, expresó Carolina Puente, presidenta de la ADEE.
La asociación recordó que la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad en España prohíbe los espectáculos o actividades que promuevan la burla o la mofa hacia personas con discapacidad.
Artistas responden: “Tenemos derecho a decidir”
Días después de la denuncia, varios de los artistas con acondroplasia que participaron en la celebración emitieron un comunicado conjunto —difundido por la cadena COPE el 15 de julio— para manifestar su desacuerdo con la postura de la ADEE. En el documento, aclararon que la asociación no los representa ni habló en su nombre.
“Tenemos voz propia, criterio propio y plena capacidad para decidir sobre nuestra vida personal y profesional”, señalaron los firmantes, quienes también reclamaron que no fueron consultados antes de la denuncia pública.
Uno de los animadores, en declaraciones anónimas a RAC1, afirmó haber sido tratado con respeto durante el evento, asegurando que su participación fue voluntaria y profesional.
“La primera falta de respeto que haya hacia nosotros, el show se corta, se acaba y nos vamos”, afirmó, defendiendo su labor como animador sociocultural.
Intervención del Gobierno español
El impacto mediático del caso motivó la intervención del Ministerio de Derechos Sociales de España, cuyo director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, Jesús Martín, confirmó el 14 de julio que los hechos fueron puestos en conocimiento de la Fiscalía, el Defensor del Pueblo y la Oficina de Lucha contra los Delitos de Odio, a fin de investigar si se cometió alguna infracción legal.
Martín expresó preocupación por el uso del poder económico y mediático para normalizar prácticas que, a su juicio, refuerzan dinámicas de discriminación.
“Nos preocupa que personas con dinero, personas con poder, se crean impunes, y más aún cuando influyen sobre una generación entera de jóvenes”, señaló.
Privacidad del evento y postura del jugador
La fiesta se llevó a cabo en una finca privada en Olivella (Barcelona) y contó con más de 200 invitados, incluidos deportistas y personalidades del ámbito musical. Para mantener la privacidad, se pidió a los asistentes no utilizar teléfonos móviles durante el evento.
Hasta el momento, Lamine Yamal no ha emitido una postura oficial sobre la polémica. No obstante, días después publicó un video en redes sociales con imágenes de la celebración. En un acto público con el FC Barcelona, el jugador comentó de manera general:
“Disfruto de mi vida”.
Un debate vigente sobre inclusión y autonomía
Este caso ha abierto nuevamente el debate sobre los límites de la representación, la dignidad y la autonomía personal en el mundo del espectáculo. Mientras organizaciones como la ADEE exigen una revisión cultural y legal de estas prácticas, los artistas participantes defienden su derecho a trabajar libremente sin ser juzgados desde una óptica paternalista.
La controversia continúa, y se espera que tanto el debate social como las acciones institucionales en torno a este caso tengan repercusiones en futuras regulaciones y enfoques sobre inclusión en España.



