Moscú/Kiev (EFE).-Las autoridades rusas confirmaron la muerte este martes de tres personas en un ataque ucraniano con drones en Izhevsk, capital de la república de Udmurtia.
«Lamentablemente, tenemos tres muertos», escribió en Telegram el gobernador de Udmurtia, Alexandr Brechálov, quien agregó que el ataque dejó también 35 heridos, 10 de ellos en «estado grave».
Por su parte, una fuente del SBU ha asegurado a la agencia ucraniana ‘Ukrinform» que «hoy de madrugada drones de larga distancia golpearon las capacidades de producción y la zona de almacenamiento de la fábrica electromecánica de Izhevsk ‘Kúpol’.
Esta misma fuente ha señalado que la planta es uno de los principales fabricantes de los misiles antiaéreos Tor y Osá, y también produce drones de asalto Garpia.
Los medios rusos no confirmaron esa información, pero sí mostraron imágenes de una explosión en el lugar de los hechos.
Las autoridades rusas nunca suelen informar de muertos y heridos en ataques contra instalaciones militares.
A más de 1.300 kilómetros de la frontera
Izhevsk, ciudad de cerca de 700.000 habitantes, situada al oeste de los montes Urales, es conocida por albergar, entre otras industrias de defensa, el famoso consorcio Kaláshnikov, que fabrica el fusil homónimo, drones y otras armas.
La capital de Udmurtia se encuentra a más de 1.300 kilómetros del punto más próximo de la frontera ucraniana.
Poco ante de conocerse el ataque a Izhevsk, el Ministerio de Defensa de Rusia había informó de que durante la pasada noche las defensas antiaéreas rusas derribaron 60 drones de ala fija ucranianos, 17 de ellos sobre Crimea.
En uno de esos ataques, una persona ha muerto y siete han resultado heridas en la región ucraniana de Lugansk, que Rusia asegura controlar en su totalidad, según las autoridades locales designadas por Moscú.
Rusia lanza decenas de ataques en Donetsk
También Rusia lanzó durante la pasada noche 52 drones, de los que 47 fueron neutralizados por las defensas aéreas ucranianas, que lograron en este bombardeo un grado de intercepción más elevado del habitual.
Mientras, en el frente, las tropas rusas lanzaron este pasado lunes más de cuarenta ataques en dirección a la ciudad ucraniana de Pokrovsk, que antes de la guerra tenía unos 60.000 habitantes y es uno de los principales objetivos rusos en la región oriental de Donetsk.
Desde Ucrania, el Ejército dice haber sofocado la ofensiva enemiga en la región de Sumi, al noreste del país.
Según el parte de este martes del Estado Mayor ucraniano, las tropas de Kiev han repelido además una veintena de ataques en el eje del frente de Novopavlivka, donde las fuerzas rusas tratan de avanzar desde el sur de la región de Donetsk para establecerse también en la región vecina de Dnipropetrovsk.
El boletín diario de seguimiento de la guerra del Centro para las Estrategias de Defensa (CED) de Kiev estima que las tropas ucranianas que defienden este último frente se verán obligadas a replegarse de «un área relativamente grande» de ambas orillas del río Vovcha para formar más hacia el oeste una línea recta fácilmente defendible entre las localidades de Novopavlivka y Piddubne.
Asimismo, el CED advierte del deterioro de la situación para Ucrania en el frente de Kúpiansk (en la zona de la región nororiental de Járkov colindante con Donetsk) tras el despliegue de varias unidades de asalto rusas que han conseguido romper las defensas ucranianas desde la cabeza de playa previamente establecida en la margen occidental del río Oskil.
No obstante, las autoridades ucranianas han hecho hincapié en los últimos días en el estancamiento de la ofensiva rusa sobre la región de Sumi, donde Moscú buscaría crear un cordón sanitario que aleje a las fuerzas ucranianas -que por otra parte aún siguen operando en una parte de la región rusa fronteriza de Kursk- de las primeras localidades del lado ruso.



