Ciudad Juárez, Chih.- En las zonas más alejadas de la mancha urbana, donde el acceso a servicios básicos sigue siendo un reto diario, la distribución de agua potable a través de pipas se ha convertido en una necesidad indispensable para cientos de familias. En el sector del kilómetro 29 y 30, así como en otros puntos de los llamados “kilómetros”, los habitantes dependen de estos repartidores para contar con el vital líquido.
Desde tempranas horas de la mañana, trabajadores de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) inician su jornada para abastecer a las colonias que no cuentan con suministro regular de agua. Tal es el caso de Jesús Vargas, un joven operador de pipa que, junto con sus compañeros, recorre estas comunidades desde las 6:00 a.m., asegurándose de que las familias puedan llenar sus bidones y tinacos para cubrir sus necesidades durante una semana.
“Es satisfactorio entregar agua a las personas que más lo necesitan. Es muy bonito servir a la comunidad y más que nada hacerlo con honor a la gente que en realidad lo necesita”, comentó Vargas mientras realizaba una de sus entregas.
El proceso de distribución sigue un esquema estructurado, asignado por supervisores de la JMAS. “De lunes a viernes trabajamos en los sectores que nos indican. Empezamos a las 6:00 a.m. y alrededor de las 2:00 p.m. ya estamos aventando el último viaje. Algunos compañeros tienen horarios más tardíos, pero la mayoría de las pipas terminan su recorrido a más tardar a las 4:00 p.m.”, explicó.
Para los habitantes de estos sectores, la llegada de la pipa es un alivio, pues sin ella no tendrían acceso a agua potable. La distribución se realiza semanalmente, y cada familia debe administrar cuidadosamente el suministro hasta la próxima visita. “Si dura bastantito. Hay gente que ya tiene con un bidón hasta cinco años, pero el contenido nos debe durar aproximadamente una semana”, mencionó Vargas.
El trabajo de estos operadores es una muestra del compromiso con la comunidad y de la urgencia de mejorar el acceso al agua en estos sectores. Mientras tanto, los habitantes continúan enfrentando las carencias con ingenio y resiliencia, agradeciendo cada entrega de agua que les permite seguir adelante.



