Donald Trump ha prometido intensificar las deportaciones desde el primer día de su presidencia, vinculando el aumento de cruces fronterizos con problemas como el tráfico de drogas. Sin embargo, persisten dudas sobre la logística y las implicaciones humanitarias de estas medidas.
El estado de Texas ha ofrecido al próximo gobierno de Donald Trump un terreno rural en el condado de Starr, ubicado en el Valle del Río Grande, como área de maniobras para implementar las deportaciones masivas previstas por la nueva administración.
La propiedad, adquirida recientemente por el estado, se encuentra cerca de aeropuertos clave y un puente fronterizo, aunque carece de infraestructura pavimentada y cuenta con recursos locales limitados, incluyendo un único hospital público.
La adquisición del terreno se suma a las medidas agresivas que Texas ha impulsado para frenar los cruces fronterizos, como la instalación de alambre de púas y la aprobación de leyes que permiten a las fuerzas policiales intervenir contra migrantes.
El terreno actualmente se destina a la agricultura, con cultivos de cebolla, canola, maíz y algodón, pero no se ha aclarado qué sucederá con estas actividades si el gobierno federal lo utiliza para fines de deportación.
Estados Unidos existen más de 50 centros de detención de indocumentados, de los cuales 14 se encuentran en Texas. Una persona puede permanecer en un centro de detención hasta su juicio, en la corte de inmigración o hasta el día de su deportación.
Incremento detenciones de inmigrantes
Se estima que hay 11 millones de personas que están en Estados Unidos sin autorización. Según datos recientes, el sistema de detención de inmigrantes en Estados Unidos, el más extenso del mundo, alberga a unas 30,000 personas diariamente. Texas lidera con 11,665 migrantes detenidos en centros del ICE, seguido por Luisiana: 6,263, Arizona: 4,466, California: 2,633 y Georgia: 2,402.
De acuerdo con el Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse, el 58.9% de los detenidos no tienen antecedentes penales.
En el mes de agosto de 2024, el ICE tenía privados de la libertad en sus centros de detención a 36,233 indocumentados.
En agosto de 2024, un informe de NPR reveló una preocupante lista de abusos en los centros de detención de inmigrantes, entre los que destacan:
El cierre del Centro de Detención de Dilley, el más grande de Estados Unidos, refleja los desafíos financieros del sistema. Esta instalación, que albergaba a un promedio de 1,707 personas al día, fue clausurada en junio de 2024 debido a su elevado costo operativo.