BRASIL.- Una mujer brasileña, Jaqueline Gmack, de 31 años, despertó de un coma inducido que duró 17 días tras tomar ibuprofeno para aliviar el dolor menstrual. Sin embargo, los efectos secundarios fueron devastadores, incluyendo descamación de la piel, cicatrices en el rostro y pérdida de la visión.
Aunque los medicamentos pueden tener efectos secundarios, el caso de Jaqueline fue más allá de una simple alergia. Desarrolló el síndrome de Stevens-Johnson, un trastorno grave que afecta la piel y las mucosas, debido al ibuprofeno.
Jaqueline decidió compartir su experiencia en redes sociales para concientizar sobre la importancia de conocer los trastornos genéticos que pueden predisponernos a reacciones adversas a ciertos medicamentos, según información publicada por el medio Salud180.
El síndrome de Stevens-Johnson
Este síndrome es una reacción cutánea severa y rara, a menudo causada por medicamentos. Provoca desprendimiento de la piel y mucosas, con complicaciones potencialmente mortales.
Factores desencadenantes:
El síndrome puede ser desencadenado por varios medicamentos, incluyendo antibióticos, anticonvulsivantes y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno.
Secuelas devastadoras:
Jaqueline sufrió cicatrices permanentes en el rostro y una pérdida significativa de visión, reducida al 40%. Ha tenido que someterse a numerosos procedimientos médicos para recuperar la vista, incluyendo injertos de córnea y células madre.
Alerta y prevención:
Es crucial reconocer los síntomas de alerta, suspender el medicamento y buscar atención médica inmediata ante cualquier reacción adversa.
Hasta el momento, Jaqueline continúa con revisiones médicas regulares para monitorear su condición y tratamiento.
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