Dos meses después del incidente viral que marcó el concierto de Coldplay en Massachusetts, una persona cercana a Kristin Cabot, una de las protagonistas del escándalo, salió en su defensa ante las críticas y rumores que han circulado en redes sociales y medios internacionales.
En entrevista con la revista PEOPLE, el allegado cuestionó la narrativa pública generada a raíz del polémico abrazo entre Cabot y Andy Byron, entonces CEO de la empresa tecnológica Astronomer. “Kristin no es una rompehogares”, declaró enfáticamente, subrayando que la percepción generalizada del caso ha sido “errónea”.
El inicio de la polémica
El hecho ocurrió el 16 de julio, durante un concierto de Coldplay en el Gillette Stadium de Foxboro. Como parte de una dinámica romántica impulsada por el vocalista Chris Martin, las cámaras enfocaban a parejas del público, entre ellas Andy Byron y Kristin Cabot, quien entonces se desempeñaba como directora de Recursos Humanos en Astronomer.
Ambos fueron proyectados en la pantalla gigante mientras él rodeaba con sus brazos a Cabot. Ella parecía cómoda con la situación, hasta que ambos notaron la cámara y se separaron bruscamente. El momento generó risas en el estadio y un comentario por parte de Martin, quien bromeó: “O son muy tímidos… o están teniendo una aventura”.
Las imágenes no tardaron en viralizarse, y con ellas, los memes, titulares y el escrutinio público. Poco después, se reveló que ambos ejecutivos mantenían relaciones sentimentales con otras personas, lo que intensificó la controversia.

“Una pesadilla personal y profesional”
La fuente consultada por PEOPLE aseguró que Cabot no mantenía una relación amorosa con Byron, sino una amistad y vínculo profesional de respeto. “No hubo ninguna aventura”, sostuvo.
Asimismo, detalló que Kristin ya estaba separada de su esposo, Andrew Cabot, con quien no vivía desde tiempo antes del concierto. Incluso reveló que Andrew también asistió al evento, pero en una cita con otra persona. Kristin formalizó la solicitud de divorcio el 13 de agosto en Portsmouth, New Hampshire.
Un portavoz de Andrew Cabot confirmó a Us Weekly que ambos estaban separados de forma amistosa y encaminados hacia el divorcio, centrados en el bienestar de sus respectivas familias.
Consecuencias personales, públicas y laborales
Tras la viralización del video, Cabot enfrentó una ola de acoso. De acuerdo con la misma fuente, en los tres días posteriores al incidente recibió alrededor de 900 amenazas de muerte. También fue víctima de burlas y hostigamiento en la vía pública.
“Kristin tenía gente parada afuera de su coche mientras recogía a su hijo. Mujeres adultas riéndose, tomando fotos, señalándola. Ha sido muy difícil de ver”, relató.
Las consecuencias también alcanzaron el ámbito laboral. Andy Byron renunció como CEO días después del evento, mientras que Kristin presentó su renuncia el 24 de julio. La empresa, Astronomer, emitió un comunicado señalando la importancia del liderazgo basado en la conducta y responsabilidad.
Para su entorno, ambas renuncias fueron reacciones desproporcionadas frente a una situación que, si bien fue incómoda, no constituía una falta grave. “Kristin ha trabajado desde los 15 años. Es una mujer que se ha ganado todo por su esfuerzo”, afirmó la fuente.

En busca de paz
Actualmente, Kristin Cabot se mantiene alejada del foco público, priorizando su familia y su bienestar emocional. “Está rodeada de personas que saben quién es realmente y la apoyan para salir adelante. Tomará tiempo, pero lo logrará”, concluyó la persona entrevistada.
Hasta ahora, Kristin Cabot no ha emitido declaraciones directas a los medios. Sin embargo, su círculo más cercano insiste en que la historia que circula en redes no refleja la verdad de los hechos ni la integridad personal de la ejecutiva.



