Australia ha dado un paso inédito en el mundo al implementar una prohibición total del uso de redes sociales —como Instagram, TikTok, YouTube, Facebook y Snapchat— para menores de 16 años. Desde este miércoles, estas plataformas están obligadas a bloquear a más de un millón de cuentas, o enfrentar multas de hasta 49.5 millones de dólares australianos (unos 33 millones de dólares estadounidenses).
El gobierno presentó la ley como una respuesta urgente a los efectos negativos del entorno digital en los menores. Julie Inman Grant, comisionada de seguridad digital, informó que las empresas tecnológicas han comenzado a desplegar una “cascada de técnicas” para cumplir con la norma.
Tecnologías para hacer cumplir la prohibición
Entre los métodos de verificación activados se encuentran:
-
Validación externa sin compartir documentos oficiales:
Algunas plataformas permiten verificar edad mediante cuentas bancarias u otros servicios sin almacenar datos personales. -
Selfies con inteligencia artificial:
Empresas como Meta usan algoritmos de reconocimiento facial para estimar edad, prometiendo borrar los datos tras el análisis. -
Análisis de comportamiento digital:
Las plataformas estudian el tipo de contenido consumido, horarios de uso, correos asociados y hasta interacciones que revelen la edad real del usuario.
Reacciones globales: división entre apoyo y rechazo
La medida provocó una reacción en cadena en varias ciudades del mundo.
En Ciudad de México, algunos padres celebran la regulación como una medida de protección, mientras que adolescentes como Aranza Gómez, de 11 años, aseguran que sin redes sociales “no sabrían qué hacer”.
En Alemania se interpreta como una oportunidad para desintoxicarse, mientras que en India y Qatar, los jóvenes consideran la ley extrema y fácilmente evadible con VPN. En Nigeria, educadores aplauden el cambio, pero estudiantes argumentan que “nacieron con esto”.
El caso que lo cambió todo: Ollie
La presión social creció tras el testimonio de Mia Bannister, madre de Ollie, un adolescente australiano que fue víctima de acoso digital y desarrolló trastornos alimenticios por contenido en redes. Su historia conmovió al país y motivó la creación de esta ley.
¿Es la solución correcta?
Expertos advierten que la ley, aunque bien intencionada, podría tener consecuencias negativas. Catherine Page Jeffery, académica de la Universidad de Sídney, señala que prohibir podría excluir a jóvenes de oportunidades educativas y de desarrollo digital.
Además, redes como Pinterest, Roblox, WhatsApp y LEGO Play no están incluidas en la primera etapa de la ley, aunque podrían sumarse en el futuro.
Impacto en jóvenes creadores
Casos como el de Ava Chanel Jones, de 12 años, con más de 11 mil seguidores, ejemplifican los dilemas que genera esta legislación. Aunque cuenta con la supervisión de su madre, su cuenta podría ser eliminada por la nueva norma. Las plataformas analizan mecanismos especiales para creadores menores, pero no hay garantías.
¿Inicio de un cambio global?
Gobiernos en otras partes del mundo ya observan el modelo australiano como potencial referente. La ley podría convertirse en el primer paso de una nueva era de regulación global en internet, enfocada en el bienestar infantil.
Por ahora, Australia se convierte en el laboratorio de esta medida sin precedentes. El debate apenas comienza y los efectos reales —positivos o negativos— se conocerán con el paso de los meses.



