Ciudad de México.– A partir del 1 de enero de 2026, el salario mínimo general en México aumentará un 13%, en beneficio de más de 8.5 millones de personas trabajadoras, informó este jueves la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo durante su conferencia matutina.
Con este nuevo ajuste, el salario mínimo será de 315.04 pesos diarios a nivel nacional, lo que equivale a un promedio mensual de 9 mil 582.47 pesos. En la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) el monto será de 440.87 pesos diarios, alcanzando 13 mil 409.80 pesos mensuales, con un aumento específico del 5% para esa región.
Un consenso entre sectores
La mandataria federal destacó que este incremento fue resultado de un acuerdo unánime entre el sector obrero, el sector patronal y el gobierno federal, lo cual consideró una gran noticia para el país. Además del aumento salarial, también se acordó reducir de manera gradual la jornada laboral a 40 horas semanales.
“Durante años se dijo que no podía subir el salario mínimo porque se generaría inflación o afectaría la inversión. Hoy estamos rompiendo récords de inversión extranjera, sin inflación, y con un salario mínimo que ha aumentado 154 por ciento desde 2018”, expresó Sheinbaum.
Mayor poder adquisitivo
Por su parte, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Baruch Bolaños López, explicó que este incremento representa una mejora histórica en el poder adquisitivo de las y los trabajadores, que ahora podrán acceder a más productos de la canasta básica.
De acuerdo con sus datos, el acceso a canastas básicas pasará de 1.8 en 2025 a 2.0 en 2026 a nivel general, mientras que en la frontera el acceso subirá a 2.8 canastas, superando el máximo histórico.
Respaldo del sector empresarial
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes Díaz, celebró el consenso alcanzado y reafirmó el compromiso del sector privado para impulsar mejoras que beneficien a los trabajadores, en especial a los sectores más vulnerables.
Este nuevo ajuste salarial reafirma la política del gobierno federal de recuperar el poder adquisitivo perdido durante décadas, sin comprometer la estabilidad económica ni la atracción de inversión extranjera.



