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Washington.— El reciente ataque perpetrado por Rahmanullah Lakanwal, un ciudadano afgano de 29 años, contra elementos de la Guardia Nacional en la capital estadounidense, ha reactivado una pregunta que parecía desplazada de la agenda internacional: ¿qué sucedió con Afganistán tras el retorno de los talibanes al poder en 2021?
Lakanwal, identificado como exintegrante de las unidades cero —grupos antiterroristas afganos respaldados por la CIA—, fue detenido y enfrenta cargos de asesinato en primer grado. Había ingresado a Estados Unidos a través del programa de reasentamiento activado tras la retirada militar de ese país en agosto de 2021.
El ataque desata críticas políticas
Mandos del FBI, la CIA y el Departamento de Seguridad Nacional afirmaron que Lakanwal ingresó sin supervisión suficiente debido a políticas migratorias más flexibles implementadas por la administración de Joe Biden. El expresidente Donald Trump aprovechó el hecho para criticar a su predecesor e incluso anunció su intención de “pausar permanentemente la inmigración proveniente de todos los países del tercer mundo”.
Cuando se solicitó una lista de naciones afectadas por la propuesta, el Departamento de Seguridad Nacional remitió a 19 países que ya enfrentan restricciones desde junio, entre ellos Afganistán, Cuba, Haití, Irán y Birmania.
El debate migratorio se mezcla así con el legado del conflicto en Afganistán y el impacto del masivo desplazamiento de afganos tras la caída de Kabul.
¿Cuántos afganos viven en Estados Unidos?
La población afgana en Estados Unidos creció de manera acelerada desde 2010. De acuerdo con el Instituto de Política Migratoria:
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Entre 2010 y 2019, la comunidad afgana pasó de 54,000 a 132,000 personas.
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Para 2022, la cifra ascendía a 195,000 afganos residentes en Estados Unidos.
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Las principales áreas metropolitanas donde viven son Washington D.C., Sacramento, San Francisco, Los Ángeles y Nueva York.
Lakanwal residía en el estado de Washington, una de las zonas con mayor concentración de población afgana.
El programa “Bienvenidos Aliados”
Tras la retirada militar de 2021, la administración Biden lanzó la Operación Bienvenidos Aliados —y posteriormente Bienvenida Duradera— para reasentar a afganos vulnerables. Según el Departamento de Estado, más de 190,000 personas han sido acogidas bajo estos programas.
Sin embargo, este contexto migratorio se cruza con el deterioro de las condiciones de vida en Afganistán bajo el régimen talibán.
La situación actual en Afganistán: mujeres borradas de la vida pública
ONU Mujeres advierte que el país vive su peor momento en décadas. Las políticas talibanas han eliminado prácticamente la participación femenina en la vida pública:
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Las niñas tienen prohibido estudiar a partir de los 13 años.
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Las mujeres no pueden trabajar en la mayoría de los sectores ni salir sin acompañantes masculinos.
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Se les impide estudiar medicina o ser atendidas por hombres.
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La mortalidad materna y los matrimonios infantiles están aumentando.
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La violencia de género se ha intensificado.
Además, desde septiembre, los talibanes han impuesto cortes abruptos de comunicación e internet, profundizando el aislamiento del país.
Una crisis humanitaria y tensiones regionales
Afganistán enfrenta además una crisis humanitaria debilitada por el recorte de ayuda internacional y el impacto del terremoto ocurrido en agosto, que dejó más de 2,200 muertos y destruyó 7,000 viviendas.
A esto se suma el aumento de la tensión con Pakistán, que acusa a los talibanes de promover movimientos paramilitares en su territorio. Desde octubre se han registrado enfrentamientos y violencia en Kabul y en la zona fronteriza.
Un país sin reconocimiento y en deterioro
Con un gobierno excluido de la comunidad internacional, una economía colapsada, instituciones debilitadas y crecientes crisis humanitarias, Afganistán sigue atrapado en un panorama de inestabilidad extrema.
El ataque en Washington no solo desató un debate interno sobre migración en Estados Unidos, sino que volvió a poner a Afganistán en el centro de la conversación global: un recordatorio de que su situación —lejos de haberse estabilizado— continúa deteriorándose bajo el régimen talibán.



