Estados Unidos. – El presidente estadounidense Donald Trump anunció la noche del 27 de noviembre, a través de su red Truth Social, una serie de medidas radicales en materia migratoria, entre ellas la “pausa permanente” a la migración proveniente de todos los países del llamado “tercer mundo”.
El anuncio se produjo pocas horas después de un tiroteo en Washington, D.C., donde dos miembros de la Guardia Nacional, Sarah Beckstrom (20) y Andrew Wolfe (24), fueron atacados. Beckstrom falleció el 27 de noviembre a causa de sus heridas, mientras que Wolfe permanece en condición crítica.
El presunto responsable del ataque fue identificado como Rahmanullah Lakanwal, un refugiado afgano de 29 años que llegó a Estados Unidos en 2021 como parte del programa Operation Allies Welcome y recibió asilo en abril de 2025. Según el director de la CIA, John Ratcliffe, Lakanwal había colaborado previamente con unidades respaldadas por la agencia en Kandahar.
Ante el hecho, Trump culpó directamente a la política migratoria y acusó a los extranjeros de contribuir al incremento del crimen. “Pausaré permanentemente la migración de todos los países del tercer mundo para permitir que el sistema estadounidense se recupere por completo”, escribió.

Además, el presidente prometió terminar con “todas las admisiones ilegales de Biden”, cancelar prestaciones federales para no ciudadanos y proceder a deportaciones masivas. También aseguró que se desnaturalizará a migrantes que, según él, “socaven la tranquilidad interna”.
El mensaje, cargado de un tono beligerante, fue acompañado por nuevas directrices del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS), que ahora permitirá aplicar factores negativos por país para vetar a extranjeros provenientes de 19 naciones consideradas “de alto riesgo”.
Aunque Trump no detalló qué países serían incluidos bajo esta etiqueta, los describió como “naciones fallidas, con pandillas y cárteles de la droga”. De aprobarse formalmente, la medida afectaría a más de 233 mil refugiados admitidos desde 2021, así como a solicitantes de asilo y residentes legales que actualmente reciben subsidios de vivienda, alimentación o salud.
El endurecimiento del discurso migratorio, que ya había sido una constante en su administración, ahora se recrudece tras el ataque en la capital estadounidense, en un momento político clave rumbo al proceso electoral de 2026.
La fecha de entrada en vigor de las nuevas medidas aún no ha sido anunciada oficialmente.



