McAllen, Texas.– Desde temprana hora, cientos de mexicanos acudieron a tiendas comerciales en el sur de Estados Unidos para aprovechar las ofertas del Viernes Negro 2025, a pesar de que el cruce por el Puente Internacional Reynosa-Hidalgo presentó demoras de hasta cuatro horas debido a trabajos de remodelación.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos operó únicamente con tres accesos habilitados, lo que provocó largas filas desde la madrugada. No obstante, los compradores lograron llegar antes de la apertura de los centros comerciales, muchos de los cuales iniciaron operaciones a las 6:00 horas.
El Puente Reynosa-Hidalgo fue el más utilizado por permanecer abierto las 24 horas, aunque también hubo automovilistas que pernoctaron en los cruces Reynosa-Pharr y Reynosa-Mission para ingresar a Estados Unidos lo más temprano posible. La mayoría de los vehículos en fila portaban placas del estado de Nuevo León.
Entre los compradores frecuentes se encontraba Mario Rodríguez, originario de Monterrey, quien viajó junto con su familia para adquirir principalmente artículos electrónicos. Explicó que este viaje se ha convertido en una tradición anual:
“Antes buscábamos juguetes para nuestros hijos, pero ahora que crecieron venimos por computadoras y videojuegos. Los precios son mejores y hasta dan seguro en caso de falla”, comentó.
Las ofertas y la experiencia en tiendas
Tiendas como Target recibieron filas desde la medianoche, luego de que anunciaron una promoción especial para las primeras cien personas, a quienes se les entregaron bolsas con regalos que incluían desde tablets y relojes hasta tarjetas de regalo. Decenas de personas llevaron sillas, cobijas y alimentos para soportar el frío mientras esperaban la apertura.
Por su parte, la tienda Best Buy, que solía ser uno de los puntos más concurridos en años anteriores, registró una afluencia menor debido a que la mayoría de sus promociones fueron lanzadas desde días previos a través de ventas en línea.
Entre los artículos más adquiridos destacaron pantallas de televisión, con precios entre los 200 y 400 dólares, además de computadoras y tablets.



