E.E.U.U.- La detención de Bruna Caroline Ferreira ha generado un fuerte debate en torno a las políticas migratorias de la actual administración de Donald Trump, al evidenciar cómo estas impactan incluso a personas con lazos familiares dentro del propio gobierno federal.
Ferreira, madre de un niño de 11 años que comparte con Michael Leavitt, hermano de Karoline Leavitt —secretaria de prensa de la Casa Blanca— fue interceptada mientras conducía rumbo a New Hampshire para cumplir con el régimen de custodia compartida. Su arresto ha sido considerado por su abogado, Todd Pomerleau, como “ilegal y carente de justificación penal”, ya que la mujer estaba en proceso de solicitar la residencia permanente.
Aunque el Departamento de Seguridad Nacional alega que tiene antecedentes por batería, su defensor sostiene que no existe evidencia de cargos activos en los registros judiciales. El caso ha causado consternación, en especial porque su hijo, ciudadano estadounidense, no ha podido tener contacto con su madre desde su detención.
Michael Leavitt, el padre del menor, ha expresado su preocupación por el estado emocional del niño durante las festividades. Mientras tanto, Karoline Leavitt no ha comentado sobre el tema; la Casa Blanca emitió un escueto comunicado asegurando que ella “no tiene relación con el asunto”.

Redadas y deportaciones en aumento bajo administración Trump
Desde el inicio del segundo mandato de Donald Trump en enero de 2025, se ha intensificado la persecución de inmigrantes indocumentados. Las cifras del DHS indican más de 400,000 deportaciones este año fiscal, aunque organizaciones independientes reducen esa cifra. Además, más del 65% de los detenidos no tienen antecedentes criminales, lo que ha generado fuertes críticas por parte de grupos como la ACLU y Amnistía Internacional, quienes denuncian separaciones familiares injustificadas y condiciones inhumanas en centros de detención.
El caso de Ferreira ha sido utilizado por defensores de derechos humanos como símbolo de las contradicciones del sistema actual, mientras simpatizantes del gobierno defienden la aplicación “imparcial” de la ley, sin importar los vínculos personales o familiares con funcionarios.
Una campaña de GoFundMe iniciada por su hermana ha recaudado más de 15 mil dólares para su defensa legal. Su abogado ha confirmado que solicitará una audiencia de fianza, buscando que se reconozca su arraigo y el impacto emocional que su ausencia tiene sobre su hijo.
El caso continúa bajo revisión del Departamento de Justicia, mientras crecen las voces que exigen una reforma migratoria más humana y coherente con los valores familiares que el propio gobierno dice defender.



